La historia de un hombre dio la vuelta al mundo en la década de los noventas, Clifford Hoyt aseguró haber ido al infierno y regresado tras permanecer en coma, lo que contó asombró al mundo entero; hasta el día de hoy se desconoce el paradero del hombre norteamericano.
El hombre tenía 31 años cuando sufrió un accidente vehicular en Maryland, Estados Unidos el 5 de diciembre de 1999, que lo hizo salir del automóvil y quedar tirado en el asfalto, terminó en coma en el hospital donde varios especialistas creyeron que no sobreviviría debido a sus lesiones.
El hombre que estuvo en coma al regresar sostuvo que había visitado el infierno y percibió cómo unos brazos no dejaban de perseguirlo, también acusó haber sido torturado y dijo que había un olor nauseabundo. Añadió que vio almas en pena que ardían en las llamas.
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Y aunque los médicos consideraban que sus declaraciones se debían a que había recibido varias dosis de medicamentos, los extraños sucesos que rodearon el hospital durante su estancia los hicieron dudar de la veracidad de sus vivencias.
Uno de los médicos que lo atendió pasó un momento espeluznante mientras el sujeto se encontraba inconsciente, aseveró haber escuchado gritos y risas que no había emitido ningún ser humano en el tiempo que llevaba con vida “se oyó una risa, una mezcla entre una carcajada y gruñido que ningún hombre en esta Tierra podría replicar, pero cuando abrí la puerta, Clifford se encontraba solo”, relató el sitio Crónica.
Para los trabajadores del hospital fueron momentos complicados ya que además de los ruidos extraños, pegaban en las paredes e incluso los ojos del paciente parecían salir de las órbitas.
Pensaron que su discurso cambiaría al ser dado de alta pero no fue así, al llegar a su domicilio los vecinos se quejarían de los mismos ruidos que habían sucedido en el aspiración: gritos, golpes, lamentos, como si al hombre lo persiguiera algo más. Lo que sucedió con Clifford es un misterio, algunos aseguran que aún vive y otros que está internado en un hospital psiquiátrico.
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