Vladimir Putin recupera una táctica especial que utilizaban en sus días como agente de la KGB donde entrenaban a los espías para obtener información de hombres y mujeres con importantes cargos en los gobiernos que indagaban. De acuerdo con informes de inteligencia, el método erótico de seducción regresó a los centros de capacitación en Rusia para continuar con la práctica que se perfeccionó en la época de la Guerra Fría.
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Los espías del Kremlin suelen pasar desapercibidos, incluso sin ser parte oficialmente de la milicia rusa: lo mismo puede ser una cantante, una actriz, bailarines, maestras o maestros que son seleccionados por los expertos del Servicio de Inteligencia del presidente de Rusia. Las mujeres que son capacitadas en el “sexpionaje” son conocidas como “golondrinas”; mientras su equivalente masculino son denominados como “dravers”.
Lo anterior lo describe el nuevo libro Agents Of Influence del reconocido periodista de investigación británico, Mark Hollingsworth, en él, desnuda el arte de la seducción que los espías de Putin realizan para ganar información de los representantes de los países que el Kremlin señala para sus intereses, cuyos espías se basan básicamente con el engaño y uno que otro método más extremo para seducir a los dignatarios extranjeros.
De acuerdo con la investigación, durante la Guerra Fría, la KGB entrenó a los espías que eran enviados a una escuela especial de sexpionaje en la ciudad de Kazan. Se creía que aquella escuela había cerrado tras la caída de la Unión Soviética en 1991, pero Putin quien sirvió como agente de la KGB durante 16 años desde 1975 donde obtuvo el rango de teniente coronel, revivió la unidad del servicio secreto ruso.
¿Cómo es el método de seducción de Putin?
Al respecto, Hollingsworth describió como es el método espía a través de la seducción: “A las niñas empobrecidas se les enseñaba cómo acercarse a los extranjeros en clubes, vestíbulos de hoteles o incluso en burdeles falsos llamados "malinas" (en ruso, frambuesas) equipados con dispositivos de escucha y cámaras.
El objetivo era obtener kompromat: información, grabaciones y fotografías comprometedoras que podrían usarse como palanca para persuadir a un oficial de inteligencia o diplomático para que espíe para la KGB o revele secretos. El material incriminatorio se desplegaría de inmediato o se archivaría para cuando el objetivo se volviera más poderoso e influyente”, indicó citado por el Daily Star.
Tanto las “golondrinas” como los “dravers” siguen operando y perfeccionando su técnica para ganar terreno en el avance del Ejército ruso en Ucrania que siguen en conflicto a más de un año de haber comenzado las hostilidades. “La Guerra Fría llegó a su fin no con un estruendo sino con un gemido”, escribió el periodista. “Pero ninguno de los protagonistas hubiera creído que una nueva Guerra Fría que usara los mismos métodos de inteligencia regresaría décadas después”, resaltó y agregó:
“Cuando el ex oficial de la KGB, Vladimir Putin, llegó al poder a fines de 1999, instaló rápidamente a sus compañeros ex KGB en todas las áreas de la vida rusa”.
El método erótico realizado por la KGB fue replicado por el exoficial de la CIA convertido en escritor en su exitosa novela Red Sparrow. En 2018, la historia fue llevada a la pantalla grande la cual fue protagonizada por la actriz Jennifer Lawrence.
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