Los bebés requieren muchos cuidados y paciencia para su correcto desarrollo, un descuido o maltrato puede cambiarlo todo y causarles daños permanentes. En ocasiones los progenitores se desesperan cuando los pequeños no dejan de llorar, adoptando actitudes peligrosas. Un caso así ocurrió en Zaragoza, España, donde un padre sacudió a su pequeño de cuatro meses con fuerza y lo golpeó, causándole graves e irreversibles heridas, entre ellas ceguera y discapacidad.
La tragedia ocurrió el pasado mes de mayo de 2022, pero la audiencia contra el padre se realizó esta semana, en ella se expusieron los terribles hechos que ocasionaron el impactante daño en el bebé, que ahora tiene 16 meses. De acuerdo con los médicos, el evento de agresión causó la pérdida total de la visión del ojo derecho del menor y una disminución importante de la vista en el ojo izquierdo.
Además el niño tiene un importante retraso psicomotor y madurativo; un 81% de discapacidad y un grado de dependencia II o severa. Los médicos siguen analizando las secuelas que tendrá y el daño neurológico, que podrían incluir alteraciones del habla y del comportamiento o algún retraso mental.
El día de los hechos
Gabriel C.B., de 41 años, vivía con su pareja, la madre del bebé quien tenía otro hijo de nueve años de una relación anterior. Acababa de entrar a trabajar como repartidor de pan y se despertaba a las 5 de la mañana. La noche del 20 de mayo él estaba al cuidado del pequeño, quien no dejaba de llorar.
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Desesperado, le envió varios mensajes de texto a su pareja, quien le dio consejos para calmar al bebé, le dijo que lo meciera, que le diera biberón o un pequeño paseo, pero nada funcionaba y seguía escribiendo. Insistió en que tenía que descansar, que no podía seguir haciendo las cosas que decía. Para el cuidado del menor se turnaban el padre, la madre y la abuela materna, esta última llegaría en la mañana, cuando lo hizo notó que algo no andaba bien con el pequeño y cuestionó a su otro nieto si había visto que le hiciera algo, el niño dijo que solo escuchó que gritó: “¡Ya cállate!”.
La abuela dijo que vio al bebé acostado en la hamaca, que se veía asustado y con la mirada perdida; estaba acostado sobre una toalla empapada de agua. La madre llegó y vio que el pequeño tenía marcas en la cara, cerca del oído, frente y nuca, pero lo que más llamó la atención fue que no mantenía los ojos firmes.
Llevaron al bebé al hospital, allí se confirmó que sufría el Síndrome del Niño Maltratado, por el cual tenía traumatismo craneal, equimosis en ambas mejillas en el pabellón auricular, una lesión en la parte cervical. Internamente, detectaron hematomas subdurales, retinopatía hemorrágica bilateral severa y encefalopatía aguda con crisis epilépticas.
Ese día Gabriel reconoció que le dio una cachetada al bebé, además de que lo sujetó del brazo y sacudió con fuerza. Fue detenido, pero un juez lo dejó en libertad con la condición de que no se acercara a su hijo.
Fue el pasado martes 11 de abril de 2023 cuando se realizó la audiencia, el padre se reservó su derecho a declarar. En caso de ser encontrado culpable podría ser sentenciado a entre seis y 12 años de cárcel.
DMGS
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