La desaparición de una persona es uno de los hechos más dolorosos para cualquier familia, la desesperación es muy grande, por eso en cuanto se tiene una sospecha, lo primero que hacen es denunciar el hecho. Algunas historias tienen los finales más tristes, las de otras son alegres, mientras que de unas más son inquietantes. Tal como ocurrió en Florida, Estados Unidos, cuando dos niñas desaparecieron sin dejar rastro, no sin antes robar el auto del papá de una de ellas.
Una de ellas, de 12 años, cometió el hurto y después de hacerlo pasó a recoger a su amiga -otra menor de 14 años- . Juntas comenzaron un camino el cual tenía un firme propósito: querían conocer a un hombre con el que tenían contacto mediante internet. Así recorrieron alrededor de 400 millas (equivalentes a 643.738 kilómetros). Mientras ellas emprendían su aventura, sus desesperados padres dieron aviso a las autoridades sobre la desaparición de las chicas.
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Tras recibir el reporte de la desaparición, la policía emitió una alerta de niño desaparecido para las niñas de 12 y 14 años, después de que fueran vistas por última vez en su ciudad natal de Lake Butler, Florida. De acuerdo con la capitana adjunta Lyn Williams de la oficina del alguacil del condado de Union, los primeros reportes indicaban qe las menores viajaban por la autopista I-10 hacia Luisiana, para encontrarse con alguien que conocieron en línea.
El caso fue ampliamente difundido por los medios de comunicación, los nombres y las fotos de las niñas aparecían constantemente en la televisión. Se emitieron alertas con el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados de Florida, Georgia, Alabama y Luisiana, con especial atención a las áreas alrededor de Baton Rouge.
Justo cuando la alerta de niño desaparecido salía en la televisión, las menores ingresaron a una gasolinera de Bayou La Batre, Alabama, allí vieron sus rostros y nombres, por lo que decidieron entregarse a las autoridades, a quienes explicaron lo que había sucedido.
La Policía de Alabama tomó sus declaraciones, revisó las alertas y posteriormente las entregó sanas y salvas con sus padres quienes las buscaban con desesperación.
Aunque el caso tuvo un final feliz, para el Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI por sus siglas en inglés) la situación es preocupante, por ello comenzó a investigar quién es la persona con la que se contactaron en línea, pues sospechan que puede tratarse de un depredador sexual que se dedica a cazar menores.
Cabe recordar que las redes sociales son un medio que los depredadores usan frecuentemente para captar a sus posibles víctimas, fingen identidades, se comportan amistosos y comprensivos para ganarse la confianza, logrando así que los menores acepten verlos.
DMGS
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