Lo que era una tarde de juegos "familiar" en Bruselas, Bélgica, estuvo a punto de terminar en tragedia por un hombre sumamente intolerante a la "diversión" ajena. De acuerdo al medio local DH LES Sports, cuatro personas se encontraban compitiendo con el famoso Monopoly para ver quién ganaría la partida en el intercambio ficticio de la compraventa de bienes raíces. Para disfrutar del día, decidieron colocarse en la acera, justo enfrente de su propiedad. Sin embargo, esto no pareció gustarle a uno de los vecinos de la zona, quien decidió salir de su residencia un un sable curvado conocido como "katana" y ocupado por los samurái.
Los atacó por "escandalosos"
Los jugadores se encontraban en la avenida Oscar Van Goidtsnoven en Forest, uno de los 19 municipios de la región de Bruselas, capital de Bélgica. Eran un hombre y tres mujeres los que pasaban un rato distrayéndose con el juego de mesa. Sin embargo, dos de ellos terminaron en el hospital debido a que un hombre decidió salir a "silenciarlos". Dejó una docena de manchas de sangre a su paso y la terrorífica escena dejó ver los boletos del Monopoly esparcidos en el suelo y cubiertos de un rojo vibrante. Los hechos ocurrieron el pasado 2 de abril y afortunadamente los lesionados ya se encuentran fuera de peligro.
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"No era la hora ni el lugar para jugar", argumentó el vecino
A pesar de ubicarse en una zona boscosa, el hombre con la katana argumentó que no era la hora ni el lugar para que el grupo jugara Monopoly. Los sucesos ocurrieron a las 5 de la mañana y molestaron a tal punto al residente local, que salió de su casa con un palo en mano. Se produjo un altercado verbal entre él y los jugadores, es entonces que el hijo del vecino irritado interviene. Sin embargo, después de la palabrería, se mete nuevamente a su casa y sale armado con el filoso sable.
"El jugador intentó agarrar la katana y le quitó la funda. El hijo intentó recuperarla", explicó Midi, de la zona policial.
El incidente provocó heridas graves a ambos individuos, y aunque fueron trasladados al hospital, el hijo del vecino irritado fue el que sufrió la peor parte de las lesiones. Ambos fueron arrestados y tras la audiencia se determinó que el jugador debía ser puesto en libertad. Si los vecinos no hubiesen intervenido y hablado a la policía, puede que la situación hubiese escalado y se la escena terminado en una verdadera masacre.
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