Llegó a la cárcel tras amenazar de muerte a sus compañeros de trabajo, pero estando allí planeó un malévolo plan, en el que quería usar a sus compañeras de celda, les ofreció 2 millones de dólares para asesinar a su madre, su padre y sus dos abuelos, para quedarse con su herencia y de esta les daría el dinero. Inicialmente, por cada víctima les daría 50 mil dólares. La joven fue identificada como Tureygua Inaru.
A sus 29 años ya enfrentaba cargos de amenazas de muerte escritas y uno más de acoso agravado, los cuales infligió contra sus compañeros cuando trabajaba en Disney. Fue encarcelada en diciembre y en ese mismo mes fue cuando quiso contratar a otras reclusas, quienes contaron lo que su compañera planeaba, por lo que se le pretende imputar cargos por asesinato, pese a que los crímenes no se cometieron. Además se le acusa de tratar de matar a Peter Francis Donnelly, el fiscal del estado que lleva su caso.
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Detalles judiciales del caso indican que la joven manifestó que quería ver al fiscal sufriendo y que no le importaba si la familia de este moría también. También recoge testimonios en los que se asegura que la convicta dijo que si no encontraba quien llevara a cabo los asesinatos, ella los realizaría felizmente.
Lo anterior fue informado mediante un comunicado emitido por la Oficina del Alguacil del condado Osceola, en Florida, donde radicaba la joven al momento de ser detenida. Se detalla que se reunió la evidencia suficiente para acusarla de los nuevos cargos, pues le fueron encontradas comunicaciones que ella había entablado por medio de redes sociales y el uso de otros servicios en el Internet para espiar al abogado del estado encargado de los casos por los cuales se le había acusado anteriormente.
Después de que los investigadores informaran que encontraron causa probable para imputarle cargos por asesinato, Tureygua Inaru, tuvo su primera comparecencia ante la corte el pasado martes 28 de marzo. Un día antes, as autoridades la acusaron de tres cargos de solicitar un asesinato premeditado y uno de acoso cibernético por las alegadas amenazas a Donnelly.
Como parte de las investigaciones después de que las reclusas la delataran, la oficina del alguacil envió a un detective encubierto que se hizo pasar como reo a la celda de Inaru. Ella le confesó que le desagaradaba el fiscal, sin embargo, negó haber tratado de contratar a un sicario para que lo matara.
Lo que sí admitió fue el plan para matar a su familia, primero dijo que tenían muchgo dinero y podría pagar lo prometido, pero justificó el deseo diciendo que tanto su padre como su madre abusaban sexualmente de ella y sus hermanos cuando eran niños. Sus familiares afirman que la también modelo tiene problemas mentales.
DMGS
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