Verónica Youngblood es una mujer de 37 años de edad que no soportó que su marido Ron Youngblood terminara con la relación, por lo que en venganza decidió desquitar su furia en contra de sus propias hijas, ya que el hombre le había dicho que se mudaría de la casa y su hija mayor de 15 años de edad decidió irse con él para vivir en el estado de Missouri en Estados Unidos.
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Por lo anterior, la joven madre planeó todo el móvil del crimen, indicó la fiscal del condado de Fairfax, Kelsey Gill, quien detalló que nueve días antes del doble asesinato, Verónica compró una pistola con la que ejecutó a sus niñas. Youngblood fue acusada de los dos cargos por asesinato de primer grado y un cargos más por el delito grave de uso de armas de fuego.
Tras cometer los asesinatos y al ser detenida, la desesperada madre admitió que ella mató a sus hijas Sharon Castro de 15 años de edad, además de Brooklyn Young de 5 años. Sin embargo, durante su juicio que se realizó el 5 de agosto de 2018, la mujer se declaró inocente al argumentar que sufría demencia en el momento que ejecutó a sus hijas, según información del Washington Post.
Llamó a su esposo mientras su niña agonizaba
Verónica nació en Argentina y desde que era una adolescente de 16 años de edad, se convirtió en mamá de su hija Sharon. Por su condición de pobreza como vivía, la joven madre laboró como trabajadora sexual. De pronto su vida dio un giro de 360 grados y llegó a vivir a Estados Unidos donde conoció a Ron con el que vivía en el estado de Virginia.
El día cuando la mujer planeó matar a sus hijas, les dio una gomitas para que pudieran quedarse dormidas, indicaron los fiscales del caso, quienes aseguraron que el crimen fue una venganza de Veronica hacia su esposo Ron, por lo que los homicidios van más allá que un asunto de sanidad mental, señaló la fiscal Gill durante su reciente nueva audiencia.
“Este caso va mucho más allá de simplemente tener una enfermedad mental. Esto va mucho más allá de la depresión. Esto va mucho más allá del TEPT. Esto va mucho más allá de ser suicida”: Kelsey Gill.
La pequeña hija de Verónica, Brooklyn murió de manera instantánea cuando su mamá apretó el gatillo de su pistola que impactó en su cabeza. Mientras que Sharon fue atacada con dos balazos, uno de ellos lo recibió en la espalda, y otro más en su pecho. Pese a recibir los impactos de bala, la joven de 15 años logró sobrevivir por algunos instantes.
Mientras agonizaba, Verónica llamó por teléfono a su esposo para decirle que lo odiaba y que por ello había disparado a sus hijas para matarlas.
Con la poca fuerza con la que le quedaba, Sharon consiguió llamar al 911 para denunciar que su propia madre la había atacado a balazos. Personal de emergencias y de la policía llegaron al lugar de los hechos donde la víctima aún tenía signos vitales; no obstante, murió en el hospital donde fue atendida.
A cinco años del crimen, Verónica Youngblood regresó a la sala de audiencias donde finalmente fue declarada culpable. “Esta persona quiere manipular, esta persona quiere mentir, provocar el caos, todo para el beneficio personal de esta persona”, dijo el fiscal Claiborne Richardson.
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RMG