Alrededor de 500 habitantes de la ciudad de Rijeka, Croacia, fueron evacuados para que las autoridades pudieran detonar sin riesgo una antigua mina anti buques, la cual fue sembrada por las fuerzas nazis en el puerto del Mar Adriático.
De acuerdo con autoridades locales, la mina contenía alrededor de 690 kilos de explosivos, por lo que se consideraba un riesgo constante bajo las aguas del puerto, considerado el más importante de Croacia y dedicado, sobre todo, a la navegación deportiva.
El artefacto explosivo fue encontrado por buzos en junio pasado, cuando realizaban trabajos para mejorar la infraestructura portuaria, pero durante nueve meses expertos en el manejo de bombas fueron arrastrando la mina lo más lejos posible de la ciudad, para evitar cualquier tipo de riesgo.
La hora de la explosión le llegó al artefacto, colocado en Rijeka durante la Segunda Guerra Mundial por las fuerzas nazis, el pasado domingo, cuando se hicieron sonar las sirenas antibombas de la ciudad y se produjo una masiva evacuación de los habitantes, todo ello para garantizar la seguridad de los ciudadanos y la propia infraestructura de la urbe.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Rijeka y otras ciudades del Mar Adriático estuvieron bajo el dominio de las fuerzas del Tercer Reich, por lo que no es inusual encontrar todavía explosivos y otros insumos de la época.
La explosión concluyó satisfactoriamente, sin lesionados y con total seguridad, dejando tras de sí una impactante columna de agua que se hundió nuevamente en el mar.
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