Fue conocido por primera vez en Río de Janeiro, Brasil, a mediados de la década de los 90, con el tiempo se extendió a otros estados brasileños y llamó la atención de los científicos. Así se descubrió al hongo Sporothrix brasiliensis, que como otras variedades de la misma familia, es causante de la enfermedad esporotricosis, que afecta la piel de los humanos y otros animales, principalmente los gatos. Con el estudio se encontró que los felinos ferales son en muchos de los casos los transmisores del patógeno.
Casi tres décadas después del descubrimiento, el hongo ha encendido las alertas en América Latina, pues se ha expandido a otros países, entre ellos Argentina, Paraguay, Bolivia, Colombia y Panamá. Pero con una peculiaridad: ahora posee mayor capacidad de transmisibilidad, además de una gran resistencia a los antifúngicos comunes. Además, en Brasil también se ha vuelto una infección más común.
Medscape, un portal de noticias médicas, dio voz al doctor John Verrinder Veasey, autor de un estudio sobre Sporothrix brasiliensis, publicado en septiembre en la revista de la Sociedad Brasileña de Dermatología, quien dijo que el aumento de casos es alarmante, pues antes solían ver uno o dos casos por año y actualmente los detectas de dos a tres veces por semana.
La crisis comenzó en 2022, para informar a la población sobre la enfermedad, la dermatóloga brasileña Rossana Sette, publicó en su cuenta de Instagram imágenes de las lesiones en la piel que se producen por una infección de Sporothrix. En la descripción dijo que el paciente indicó que en su lugar de trabajo hay gatos.
Afectaciones por Sporothrix
Los hongos de la familia Sporothrix son conocidos por la comunidad científica desde finales del siglo XIX, principalmente por su labor en la descomposición de la materia orgánica del medio ambiente.
Pero la variedad brasiliensis causa enfermedades en los humanos y otros mamíferos, siendo los felinos los más afectados. En este mismo tenor, el doctor Flavio Telles, de la Sociedad Brasileña de Enfermedades Infecciosas, dijo a la BBC de Brasil que “Por alguna razón, el hongo se ha adaptado a los gatos. En ellos, el patógeno provoca una enfermedad generalizada, que provoca heridas en la cabeza y las patas”.
Debido al estilo de vida de los gatos callejeros, un individuo infectado lo transmite a otro al pelear por comida, territorio a apareamiento. También lo puede transmitir a perros, roedores y por supuesto personas. Pero los investigadores han hecho hincapié en algo: los felinos no son culpables de esta situación, pues ellos también son víctimas y sufren por la enfermedad que causa el hongo.
Las personas generalmente adquieren la infección al implantarse el hongo en la piel o mucosas a través de traumatismos resultantes de accidentes con espinas, paja o astillas de madera; contacto con plantas en descomposición; o arañazos o mordeduras de animales enfermos, siendo los gatos el agente transmisor más común.
Esporotricosis
La esporotricosis es una infección subaguda o crónica causada por la familia del hongo saprófito dimórfico Sporothrix. La infección característica consiste en nódulos subcutáneos supurantes que progresan proximalmente a lo largo de los conductos linfáticos (esporotricosis linfocutánea), detalla Medscape.
El Sporothrix brasiliensis se infiltra en las capas superficiales de la piel, colonizando el tejido subcutáneo y provocando heridas. En caso raro puede invadir el sistema linfático e incluso afectar otros órganos, aunque el sitio médico especializado indica que la infección pulmonar primaria (esporotricosis pulmonar) es rara, al igual que la inoculación directa en tendones, bursas o articulaciones. La esporotricosis osteoarticular es causada por inoculación directa o siembra hematógena.
DMGS
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