UNA MUTACIÓN LO SALVÓ

El sorprendente caso del hombre alemán que se curó de VIH al recibir células madre

Con ésta serían tres las personas en el mundo que han logrado vencer al virus

MUNDO

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El estudió reveló que el sujeto de prueba ya lleva cuatro años sin tratamiento antirretroviral.Créditos: Adobe Stock

El día de ayer, la revista Nature publicó a la tercer persona que ha vencido —en su totalidad— al virus de la inmunodeficiencia humana, también conocido como VIH. El hombre es un paciente de Düsseldorf, Alemania, de 53 años cuya identidad hasta la fecha es desconocida, pero lo que sí se sabe es que se sometió a un transplante de células madre de otro sujeto con una mutación que le impide al virus penetrar nuevamente en el sistema humano. Éste sería el tercer caso que se suma a la lista extraordinaria de quienes ya no padecen esta enfermedad, el primero un paciente de Berlín llamado Thimothy Ray Brown, y el segundo de Londres, Adam Castillejo.

Dos casos están a punto de resolverse, ambos en Estados Unidos, en las entidades de Nueva York y California. FOTO: Pexels

El transplante de médula ósea le salvó la vida

El paciente sufría de leucemia. Esto detonó que se sometiera a un transplante de médula ósea —donde curiosamente también se encuentran las células madre—. El donante fue un hombre que tenía un especie de mutación la cual le impedía al virus penetrar en las células. Ahora sabemos que ya lleva cuatro años sin que le suministren el tratamiento antirretroviral —medicamento antiviral para el tratamiento contra VIH— y por su puesto, sin rastros del virus. El investigador del caso encargado de publicar tal hallazgo que le ha devuelto al mundo una gota de esperanza, se llama Javier Martínez-Picado. Este hombre se desempeña como un especialista de IrsiCaixa y es colíder del consorcio internacional IciStem. 

Aunque quiso ser cauteloso con el descubrimiento, se ha mostrado contundente y estas fueron sus declaraciones: 

"Ya no es una anécdota. Son tres. En medicina no hay nada categórico y las sorpresas siempre pueden ocurrir, pero aquí podemos hablar de un caso de curación”.

Para poder realizar el transplante de médula ósea, el paciente debe sufrir de VIH pero a parte de un cáncer, como leucemia. Cuando ambos se juntan se vuelven mortales para el paciente y para salvarlo es necesario tomar medidas extremas. FOTO: Adobe Stock

¿Qué es el VIH?

Debemos recordar que la infección por VIH es incurable. A pesar de esto, se puede controlar y "mantener a raya" con tratamientos antirretrovirales. Sin embargo, si se suspende la medicación, el virus puede volver a replicarse dentro del organismo infectado. Hay casos excepcionales en los que se va pero —desgraciadamente— en la mayoría de ocasiones siempre regresa. Esta enfermedad —en palabras de Javier Martínez-Picado— tiene "tres maldiciones", las cuales son:

  • La destrucción del sistema inmune.
  • Su rápida integración en nuestras células.
  • La rápida mutación dentro del organismo.

Estas características del virus dificulta —enormemente— su eliminación. Esto debido a que fulmina las células inmunes que tienen la función de protegernos de los demás patógenos externos o bien... se prende de las mismas. Esto significa que se une con las "partes sanas" de nuestro cuerpo y por ende impide que puedan ser destruidos. Su gran variabilidad también complica la búsqueda de una vacuna efectiva para todas las variantes que circulan, pues cada vez se adapta más a las barreras de nuestro sistema.

Aunque en estos tres casos ha resultado exitoso el transplante, es muy arriesgado y los científicos lo recomiendan como última opción. FOTO: Adobe Stock

Entonces ¿ya existirá una cura?

Aunque éstas son unas excelentes noticias para el avance de la medicina, lograr la curación total de este virus solo podría darse en determinados pacientes. Sí abre una oportunidad hacia nuevas estrategias de investigación para fulminar el virus, pero el estudio recalca que nos hace falta un largo camino por recorrer. Javier Martínez-Picado reflexionó que "este artículo tiene tres virtudes", la primera es que "ha curado a una persona", la segunda es que "permite mantener la confianza y la ilusión en que podemos curar a pacientes con VIH" y la tercera pero no por eso menos importante es que "permite fijar las bases para hacer esto escalable".

Esto es lo que sabemos sobre el paciente

Javier Martínez-Picado, coordinador del consorcio IciStem desde IrsiCaixa junto al University Medical Center de Utrecht (Países Bajos), aseguró que el paciente de Berlín, Alemania, Thimothy Ray Brown, alumbró por primera vez —en 2011— una cura real contra el VIH. Lo que pasó es que en su diagnosticó —el cual arrojó que había sido infectado por el virus en 1995— sufrió 12 años después una leucemia. Luego de esto fue sometido a un trasplante de células madre peculiar: aparte de ser compatible, el donante tenía una mutación en el gen CCR5, necesario para que el virus penetre en las células. Para sorpresa de todos, el paciente se curó de la enfermedad y el virus desapareció de su organismo. Cabe destacar que el hombre falleció en el 2020, pero no por el VIH, sino por una leucemia.

El paciente Thimothy Ray Brown de Berlín, Alemania, vivió sin el VIH hasta sus últimos días, pero falleció de leucemia. FOTO: Adobe Stock

No fue un caso aislado, y milagrosamente este acto se replicó en un paciente de Londres en el 2019. Adam Castillejo también fue un caso de éxito que se publicó en la revista Nature. El hombre con VIH desde 2003 fue diagnosticado de un linfoma de Hodgkin una década después y en 2016 se le sometió a un trasplante de médula de un donante compatible y también con la mutación CCR5^32. Hasta la fecha, el sujeto de origen venezolano lleva cinco años sin tratamiento antirretroviral y libre del virus.

Por su parte, el nuevo paciente de Düsseldorf es muy similar al de sus predecesores. Éste fue diagnosticado de una infección por VIH en 2008 e inició la terapia antirretroviral. En el 2012 sufrió una leucemia mieloide aguda y tuvo que someterse a un trasplante de médula ósea. Se buscó a un donante de células madre compatible y que tuviese la benéfica mutación. Después de unos seis años del trasplante —cuando él tenía la enfermedad hematológica estabilizada— se le retiró el tratamiento antirretroviral y actualmente lleva —desde entonces— cuatro años sin rastro del virus.

Los donantes de células madre contaban con una mutación que impide que el virus penetre las células sanas del cuerpo. FOTO: Adobe Stock

La mutación es la clave

En los tres casos coincide que la infección por VIH y un cáncer de la sangre se juntan. Entonces la enfermedad pasa a agotar todas las herramientas terapéuticas y los médicos optan por realizar un trasplante de médula ósea de un donante compatible. Para "matar dos pájaros de un tiro" buscan que además tengan la extraña mutación, la cual solo está presente en apenas el 1 por ciento de la población europea. 

“Hay una proteína, la CCR5, que se suele expresar en las células del cuerpo, pero en las personas que tienen la mutación no se expresa. El virus, para penetrar en las células, necesita abrir dos puertas, la molécula CD4 y la CCR5. Si no se expresa el CCR5, el virus no puede abrir esa puerta y penetrar en las células”, explicó Javier Martínez-Picado.

Solo el 1 por ciento de la población europea cuenta con esta mutación que los hace "inmune" al virus. FOTO: Adobe Stock

Al final del transplante, se "barre" todo el sistema inmune del receptor, lo que regenera por completo las células del donante. “Eso hace que desaparezca el reservorio viral del paciente. No es que no esté, es que no lo vemos”, matiza el investigador de IrsiCaixa. Cabe recalcar que hay un fenómeno que sucede en todo tipo de transplantes el cual podría favorecer con éxito la eliminación del VIH, y es: el síndrome del injerto contra el huésped, aseguró Javier Martínez-Picado.

“Con la quimioterapia previa para eliminar los linfocitos enfermos, se mata casi todo, aunque a algunas células cuesta eliminarlas. Pero cuando se hace el trasplante, las células del donante destruyen las células sanguíneas que quedaban del receptor”, de forma que se fulmina cualquier célula aún oculta infectada por el virus. “Siempre que hay esta reacción, vemos un buen pronóstico. Se le llama reacción del injerto contra reservorio”, sostuvo el científico.

En sí, todo esto se resume a que el virus "desaparece" de la sangre. Otra prueba indirecta de que ya no hay virus cerca es que los anticuerpos específicos y las células inmunes que luchan contra el VIH — que suelen estar activados cuando el virus está circulando— no se detectan. Sin embargo los científicos aclararon que “no se pudo descartar por completo la presencia de virus residuales competentes para la replicación”. O sea que aún así debemos de ser cuidadosos con lo investigado de la rama porque "este artículo lo leen también personas con VIH y no queremos enviar mensajes grandilocuentes. Además, un trasplante no lo podemos hacer escalable a todos los pacientes con VIH porque tiene un altísimo riesgo”.

Se comprobó que el virus desaparecía del cuerpo de los pacientes, no solo de las células y del sistema inmune, también en la sangre. FOTO: Pexels

Desgraciadamente, el trasplante no es para todos

De acuerdo con Javier Martínez-Picado, no se puede hacer un trasplante de médula ósea a todas las personas con VIH. Este procedimiento solo está indicado para tumores hematológicos cuando fallan otras alternativas terapéuticas. La técnica es muy arriesgada y no es ético someter a los pacientes a estos agresivos tratamientos para librarse del virus cuando hay antirretrovirales efectivos y menos peligrosos que mantienen a raya el VIH. Sin embargo, el que no se pueda aplicar directamente este método no quiere decir que la estrategia no sea escalable. Es decir, los investigadores ahora están estudiando con terapia génica para modificar las células de personas con VIH.

Esto implica que los laboratorios tratasen de "manipular" a una población en específico de células de la persona. Esto quitaría al donante pero podría darles pauta para obtener suficientes células con esa mutación para impedir que el virus se replique. La investigación aún continúa su curso y la comunidad científica sigue sumando casos a la lista de pacientes "curados". De hecho, un abordaje similar —de estos tres casos descritos está a punto de publicarse otro de una paciente en Nueva York y un quinto de otra persona del Hospital City of Hope, en Duarte, California en Estados Unidos.

Aunque no estamos cerca de curar el VHI, sí nos encontramos un paso más arriba de las investigaciones médicas para encontrar una respuesta favorable. FOTO: Pexels

 

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