EN EL OCÉANO PACÍFICO

Este es el primer país que recibirá el 2024... y puede desaparecer por el cambio climático

Ubicado en el Océano Pacífico, Kiribati es el primer país en recibir al año nuevo y, de seguir la tendencia, podría ser el primero en desaparecer por el cambio climático

MUNDO

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Christmas Island, perteneciente a Kiribati, es el primer punto al que llega el nuevo año.Créditos: Wikimedia Commons

Las llamadas Islas de la Línea son el sitio en el que, cada año, se da la bienvenida al nuevo ciclo global por primera vez en el planeta. Ubicadas en el Océano Pacífico, al norte de Australia, con sus playas blancas y palmeras solitarias, tienen mucho del típico paisaje paradisiaco de postal.

Sin embargo, no es exagerado pensar que, con cada año que pasa, la catástrofe climática está más cerca de este sitio. De hecho, según las proyecciones de la ONU, estas islas serían las primeras en desaparecer debido al creciente nivel del mar.

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Estas islas son solo un grupo de las 33 que componen la nación insular de Kiribati que, de forma negativa, fue la pionera en un nuevo tipo de refugiados: los que, por cuestiones del cambio climático, se han visto obligados a dejar sus naciones de origen.

Eso pasó en 2023, cuando un grupo de decenas de habitantes de dicha nación fueron acogidos por el gobierno neozelandés en su territorio, donde les prometieron ayuda para paliar, en la medida de lo posible, este terrible destino.

Una catástrofe anunciada

Kiribati es una de las pocas naciones del mundo cuyo territorio está debajo del nivel del mar. De hecho, se encuentra dos metros debajo de la media marina, lo que la hace especialmente sensible a variaciones del nivel del mar, así sean muy pequeñas.

Hasta 1989, Kiribati tenía dos islas más. Durante ese año, la ONU notificó la desaparición de los atolones de Abanuea y Tebua Tarawa, ambos deshabitados, pero desde entonces el nivel no ha hecho más que aumentar a una media de 3.2 milímetros cada año.

El archipiélago de Kiribati perdió ya dos islas en 1989. Foto: Wikimedia Commons

Aunque podría parecer muy poco, la realidad es que este aumento sostenido ha provocado distintos problemas, que van desde inundaciones más frecuentes hasta la erosión de las playas y la pérdida de biodiversidad marina, indispensable para la sobrevivencia de sus habitantes.

A ello hay que sumarle los efectos climáticos de fenómenos como el de La Niña, que provoca sequías en una región que se sustenta básicamente de la pesca y de la poca agricultura que se puede hacer en tierra firme.

Se protegen del mar

La amenaza constante del ascenso del mar ha provocado numerosas reacciones entre los habitantes del archipiélago, alrededor de 121 mil personas, acostumbradas a convivir con el Océano Pacífico.

Crear barreras con el abundante coral de la región, cultivar plantas que eviten la erosión del suelo y refundar sus pueblos lejos de las playas, son algunas de las acciones tomadas por el gobierno local, pero en realidad solo retrasan un destino que parece inminente, si el resto del mundo no toma cartas en el asunto.

Los habitantes de Kiribati se encuentran en peligro permanente por el cambio climático. Foto: Iberdrola

Kiribati es altamente vulnerable a los impactos del cambio climático en términos de seguridad alimentaria y salud. Este es especialmente el caso, debido a sus problemas inherentes en términos de geografía, presión demográfica e infraestructura limitada.

“Así como los impactos por el cambio climático aumentan, también lo hacen los problemas de seguridad alimentaria y salud, a menos que se realicen efectivos programas de adaptación. Hasta el momento, las intervenciones parecen haber tenido poco éxito”; señala el investigador John P. Cauchi, de la Universidad de Queensland, Australia.

La erosión ha afectado amplias zonas cultivables de esta nación. Foto: Wikimedia Commons

Pero los esfuerzos de Kiribati para proteger su territorio no son suficientes. Incluso llegar a la meta de no sobrepasar los 1.5 grados centígrados de aumento de la temperatura global, significaría una catástrofe para el archipiélago.

“El gobierno de Kiribati ha comprado tierra en Fiji para sembrar y, eventualmente, evacuar a la población entera del país si pasa lo peor.

"Al mismo tiempo, el Banco Mundial ha señalado que Australia y Nueva Zelandia deberían permitir la libre migración de las personas desplazadas por el cambio climático de Kiribati y otras islas del Pacífico”, señala un informe publicado por la compañía energética Iberdrola.