El espacio exterior, con su vastedad y misterio, guarda secretos que desafían la imaginación. Entre estos, la galaxia Medusa JO206 destaca como una joya del cosmos. Se puede apreciar gracias a que el Telescopio Espacial Hubble de la NASA/ESA la capturó. Esta peculiar galaxia, situada a una distancia asombrosa de más de 700 millones de años luz en la constelación de Acuario, nos ofrece un espectáculo de formación estelar en un disco colorido, rodeado por una nube luminosa de polvo, un escenario que evoca la imagen de una medusa nadando en las profundidades cósmicas.
El Hubble, lanzado al espacio en 1990, no descansa en su travesía, explorando el cosmos cada minuto, desentrañando maravillas cósmicas. Este centinela espacial, con su diseño avanzado y tecnología de vanguardia, se ha posicionado como uno de los emblemas de la NASA.
¿Por qué son especiales las galaxias medusas?
Las galaxias medusa obtienen su nombre por la similitud en apariencia con las criaturas marinas. Al igual que una medusa deja tras de sí un rastro de tentáculos, JO206 tiene largos brazos de formación estelar que se extienden desde su disco. Este peculiar fenómeno se debe a la interacción entre la galaxia y el medio intracúmulo, un plasma etéreo que baña los cúmulos de galaxias. A medida que se desplaza por estos cúmulos, la galaxia choca con el medio intracúmulo, despojándola de gas que es arrastrado hacia las extemidades, dando lugar a nuevas estrellas.
Los tentáculos de las galaxias medusa ofrecen a los astrónomos una ventana única para analizar la formación estelar bajo condiciones extremas, alejadas del disco principal de la galaxia. La NASA ha mencionado que es fascinante que el Hubble haya revelado una similitud en la formación estelar entre los discos de las galaxias medusa y sus tentáculos, indicando que el entorno de las estrellas nacientes tiene una influencia mínima en su creación.
El Telescopio Hubble, un hito en la historia
El Hubble ha aportado más de 1.5 millones de observaciones que han dado lugar a más de 20 mil publicaciones, consolidándose como una de las misiones científicas más fructíferas en la historia de la NASA. Desde su lanzamiento, el Hubble ha sido un catalizador de descubrimientos. Ahora, con más de tres décadas de servicio, el Hubble ha revelado agujeros negros en el corazón de casi todas las galaxias, la contracción de la Gran Mancha Roja de Júpiter, y el eco resonante de la luz en el cosmos.
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