El papa Francisco ha criticado rotundamente las leyes que criminalizan la homosexualidad y las ha catalogado como "injustas", Afirmó que "Dios ama a todos sus hijos tal y como son", y pidió a los obispos católicos que apoyan esas normas que mejor acojan a las personas LGBTQ en la Iglesia, así lo externó durante una entrevista el pasado martes con la agencia de noticias The Associated Press (AP). Continuó su discurso diciendo que “ser homosexual no es un delito”, y reconoció que las autoridades de su iglesia —en algunas partes del mundo— apoyan los estatutos que criminalizan la homosexualidad o discriminan a la comunidad LGTBQ. Sí se refirió a la homosexualidad como un “pecado”, sin embargo, atribuyó esas actitudes a contextos culturales.
Los obispos católicos deben cambiar, dijo el papa Francisco
En lo que compete a su iglesia, el Jorge Mario Bergoglio, el 266º y actual papa del catolicismo, puntualizó que los obispos en particular deben pasar por un proceso de cambio para reconocer la dignidad de todos. Aclaró que dichas autoridades de la religión, también tienen un proceso de conversión. Añadió que debían mostrar “ternura por favor, ternura, como la tiene Dios con cada uno de nosotros”. Recordemos que, aproximadamente 67 países o jurisdicciones de todo el mundo penalizan las relaciones sexuales consensuadas entre personas del mismo sexo. Además, 11 de estas regiones pueden aplicar la pena de muerte, según The Human Dignity Trust —organización con sede en el Reino Unido que se enfoca en litigios estratégicos que cuestionan la criminalización de la homosexualidad en todo el mundo—.
Los expertos señalan que, incluso cuando las leyes no se aplican, contribuyen al acoso, la estigmatización y la violencia contra las personas que conforman la comunidad LGBTQ —sigla que incluye a las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero y queer—. Un ejemplo de esto, es en Estados Unidos, donde en más de una docena de sus entidades aún se tienen leyes contra la sodomía en sus normas, pese a un fallo en el 2003 donde la Corte Suprema las declaró inconstitucionales. Por su parte, los defensores del movimiento social, reclaman que estos estatutos son anticuados y se emplean para fomentar campañas de odio, como la conocida "no diga gay" en el estado de Florida, la cual prohíbe hablar sobre la educación y orientación sexual e identidad de género entre el jardín de infancia y el tercer grado. Argumentan esto como una prueba de marginalizar a las personas LGBTQ.
La ONU también ha pedido abandonar las leyes que penalizan la homosexualidad
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), también ha pedido —de forma reiterada— que se abandonen las leyes que penalizan la homosexualidad afirmando que violan los derechos a la privacidad y a la libertad ante la discriminación. Además de incumplir las obligaciones de esos países según el derecho internacional de proteger la integridad de los seres humanos de todo el mundo, sin importar su orientación sexual o identidad de género. Por su parte, el papa Francisco catalogó a todas esas normas como “injustas” y dijo que la Iglesia católica puede y debe trabajar para ponerles fin. “Tienen que hacerlo, tienen que hacerlo”, remarcó.
El papa Francisco citó al catequismo para defender a los homosexuales
Durante la entrevista, el Santo Padre citó al catequismo de la Iglesia católica para hacer hincapié en que los homosexuales deben ser recibidos y respetados, no verse marginados ni discriminados. “Somos todos hijos de Dios y Dios nos quiere como estamos y con la fuerza que luchamos cada uno por nuestra dignidad”, puntualizó el papa Francisco, desde el hotel vaticano donde vive actualmente. Cabe destacar que dichas leyes son habituales de ver en regiones como África y Oriente Medio además de que se remontan a la era colonial británica o se ven inspiradas por la ley islámica. De hecho, algunos obispos católicos las han defendido con firmeza como consistentes con la doctrina del Vaticano, que considera la actividad homosexual como “intrínsecamente desordenada”, mientras que otros han pedido que se revoquen porque suponen una violación de la dignidad humana fundamental.
En 2019 se esperaba que el Sumo Pontífice, publicara un comunicado contra la criminalización de la homosexualidad durante un encuentro con grupos de derechos humanos que investigaron los efectos de esas normas y de las llamadas “terapias de conversión”. Al final, el santo padre no se reunió con las organizaciones, las cuales se terminaron entrevistando con Charlotte Kreuter-Kirchhof —nombrada número dos del Consejo de Economía del Vaticano—, que reafirmó “la dignidad de cada persona humana y contra cualquier forma de violencia”. Así pues, este martes dijo que, en lo referente a la homosexualidad, debía distinguirse entre el delito y el pecado.
“El ser homosexual no es un delito”, dijo. “No es un delito. Sí, pero es pecado. Bueno, primero distingamos pecado por delito. Pero también es pecado la falta de caridad con el prójimo”.
Las enseñanzas católicas indican que si bien debe tratarse a los homosexuales con respeto, los actos homosexuales son “intrínsecamente desordenados”. Jorge Mario Bergoglio, mejor conocido como Francisco, no ha cambiado esa posición, aunque sí ha marcado un acercamiento puntual con la comunidad LGTBQ, el cual ha quedado como uno de los rasgos característicos de su papado. Desde su famosa declaración en el 2013 de “¿quién soy yo para juzgar?” —tras el cuestionamiento por un sacerdote acusado de ser gay cuando aún era arzobispo de Buenos Aires— el Sumo Pontífice ha seguido dirigiéndose de forma reiterada y pública a la comunidad LGBT. Así como cuando se mostró a favor de ofrecer protecciones legales a las parejas del mismo sexo como alternativa a apoyar el matrimonio homosexual, algo que prohíbe la doctrina católica.
La comunidad LGBTQ sí lo ha acusado por disfrazar su apoyo
Pese a ese acercamiento, el obispo de Roma fue criticado por la comunidad católica LGBTQ debido a un decreto en 2021 donde la oficina de doctrina del Vaticano decía que la Iglesia "no puede bendecir las uniones entre personas del mismo sexo porque Dios no puede bendecir el pecado”. Además, en el 2008, el Vaticano declinó firmar una declaración de Naciones Unidas que pedía la despenalización de la homosexualidad, quejándose de que el texto iba más allá del borrador original revisado. Y que también incluía fragmentos sobre “orientación sexual” e “identidad de género” que le parecían problemáticos. Fue entonces que a través de un comunicado, la institución instó a los países a evitar la “discriminación injusta" contra los homosexuales y a poner fin a las sanciones en su contra. Sin embargo, cabe recordar que Jorge Bergoglio fue elegido Papa el 13 de marzo de 2013.
Con información de AP*
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