Una pequeña de apenas 9 años perdió la vida inesperadamente luego de que le fuera mal inyectado un medicamento. Las responsables, dos médicas, quienes fueron condenadas por administrar de manera errónea un fármaco el cual hizo que la menor falleciera después de un par de días de la práctica mal realizada.
Y aunque ya pasaron siete años desde la muerte de la niña Guadalupe Codes en el hospital Español de Mendoza en Argentina, fue apenas este miércoles 14 de septiembre cuando las doctoras, Andrea Piatti y Viviana Bacciedoni de 41 y 56 años de edad respectivamente fueron condenadas por el fallecimiento de la pequeña.
Ambas imputadas fueron condenadas por homicidio culposo y recibieron una sentencia de 2 años para Piatti y 2 años y medio para Bacciedoni, sin embargo, debido a que la pena no rebasa los tres años, no estarán presas. A su vez, recibieron la inhabilitación para ejercer su profesión, 5 años para Andrea, quien aplicó la inyección y 6 años para Viviana, quien era la doctora encargada del tratamiento.
Además de la sentencia, los jueces dictaron un resarcimiento del daño por 10 millones de pesos por mala praxis para la familia de la menor, monto que deberá pagar el hospital Español de Mendoza.
Mientras que también se abrió una investigación penal contra Francisco Del Río, quien era el jefe de Hemoterapia del nosocomio, él será acusado de ser parte de la cadena de encubrimiento en responsabilidades médicas tras la muerte de Codes. Aunque la defensa de ambas mujeres presentará un recurso de casación para que la Suprema Corte de Justicia revea el fallo en su contra.
Así fue la trágica muerte de Guadalupe Codes
Fue el 24 de agosto de 2015 cuando la niña ingresó al hospital para llevar un nuevo tratamiento a causa de una leucemia, la intervención consistía en colocarle medicación intravenosa, sin embargo, en lugar de eso se la introdujeron por la médula, de acuerdo con la versión de sus padres.
La doctora Andrea Piatti le suministró vincristina de forma errónea, por lo que la pequeña quedó paralizada tras recibir el medicamento por la médula, cuando tuvo que ser inyectada de forma intravenosa. Los médicos encargados argumentaron que “un error lo comete cualquiera”.
Guadalupe padecía leucemia linfoblástica aguda y tuvo una recaída, motivo por el cual fue asistida en ese hospital por lo que los médicos programaron una sesión de quimioterapia. Ahí el padre de la niña relató que le realizaron una punción lumbar a su hija para colocarle un medicamento llamado metotrexato y otra droga más, que son específicamente usados para tratamientos oncológicos.
Al finalizar con la sesión de quimioterapia, la doctora se acercó con los padres de la menor y les comentó que aunque la niña parecía estar bien, una de las drogas había resultado ser “muy tóxica” y debían lavar la médula, por lo que la llevaron inmediatamente a quirófano, donde le colocaron un catéter, el cual fue retirado dos días después, pero niña empezó a presentar problemas urinarios y perdió la movilidad en las piernas.
Por tanto, fue trasladada de urgencias al hospital Notti, y ahí permaneció en coma inducido. Su estado de salud fue complicando y comenzó con un cuadro de parálisis en los sistemas respiratorio y digestivo y fue intubada por completo. Su deceso ocurrió el 20 de noviembre de 2015.
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