Un marinero logró burlar a la muerte al sobrevivir debajo de su velero volcado en el Océano Atlántico durante 16 horas, reportó la guardia costera de España. La clave fue una burbuja de aire que se formó entre las frías aguas de altamar y el barco.
Laurent Camprubi envió múltiples llamados de auxilio el lunes cuando su bote, el Jeanne SOLO, se volteó a 14 millas de las Islas Sisargas de España.
Un video muestra el momento en que rescatistas españoles están sobre la lancha y escuchan que debajo estaba Camprubi de 62 años. El marinero informó que logró sobrevivir por el aire debajo del bote, en un fenómeno físico bien conocido.
El bote quedó prácticamente destruido: el mástil estaba destrozado, lo mismo que la botavara, la quilla y todo su equipo había desaparecido.
"No entiendo cómo pude sobrevivir", expresó a la prensa Camprubi. "Las condiciones eran muy adversas".
El marinero galo zarpó con su barco el domingo desde Lisboa, Portugal, pues participaba en la calificación de la competencia de navegación solitaria trasatlántica llamada Route du Rhum, que se disputa cada cuatro años.
Camprubi se encontró el lunes con condiciones poco favorables, fuertes vientos y olas de tres metros. Pronto se dio cuenta que la nave había sufrido grandes daños.
"Estaba tratando de tirar de la vela cuando el barco comenzó a inclinarse y en cuestión de 15 segundos ya se había volteado", recordó.
El rescate era una verdadera misión imposible, pues los equipos de emergencia partieron la noche del martes bajo las agresivas condiciones climáticas. Llegaron al lugar de los hechos, vieron el bote y creyeron que no había sobrevivientes, pero pronto recibieron una respuesta.
"Sabíamos que había alguien debajo", dijo Vicente Cobelo, un miembro de la guardia costera que participó en el rescate. A pesar de lo tenso de la situación, tuvieron que esperar hasta la mañana siguiente para intentar salvar a Camprubi, pues las olas era extremadamente peligrosas.
El marinero evitó caer en pánico y usó la burbuja de aire para esperar a los rescatistas. El pensar que podría no volver a ver a su esposa e hijos lo ayudó a pelear por su vida.
En un principio la distancia entre el agua y el bote que guardaba el aire era de 68 centímetros, pero bajó drásticamente durante la noche. Según Camprubi el nivel del mar comenzaba a rebasarlo y se quedaba sin tiempo, pero mantuvo la calma.
"Nunca caí en pánico, acepté la realidad y traté de encontrar soluciones. Me daba miedo no volver a ver a mis hijos", detalló.
Para el martes, dos buzos entraron debajo del bote y lograron liberar al marinero, que se había equipado con un traje de supervivencia.
Después de su encuentro con la muerte, Camprubi decidió no volver a competir profesionalmente. "No quiero poner mi vida en riesgo ya. Sólo quiero cuidar de mi familia".
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