El poder de un enorme Festival Gastronómico en Ohio, Estados Unidos, sirvió para eliminar a la competencia y quedarse con todas las ganancias. Lo que indignó a toda la comunidad fue que el puesto callejero de limonadas de una pequeña niña fue la víctima de estos gigantes de los alimentos.
Asa Baker estaba vendiendo limonada en un callejón afuera del negocio donde trabaja su padre cerca de Alliance, Ohio Rib and Food Festival este fin de semana cuando un oficial de policía local le pidió que cerrara el puesto después de recibir una queja ciudadana.
“Bueno, estaban muy tristes porque tuvieron que cerrarme, pero un policía me dio 20 dólares para tratar de pagar un permiso de las autoridades de la ciudad”, dijo Asa Baker. El teniente de policía de Alliance, Don Wensel, le dijo a WJW–TV que la policía recibió una queja de los organizadores del festival que parecían estar en conflicto acerca de expresar sus preocupaciones, pero en última instancia, los oficiales deben hacer cumplir las ordenanzas locales.
“Definitivamente me di cuenta de que él no quería callarla, pero, quiero decir, recibes una llamada, él tiene que hacerlo. Definitivamente hizo lo correcto, ya sabes, en la situación en la que se encontraba”, dijo Katrina Moore, la madre de Asa, al medio.
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El caso de Asa Baker indignó a la comunidad
El oficial Wensel dijo que si bien la policía no se enfoca en los niños que venden limonada, la ordenanza de la ciudad en Alliance establece que los vendedores deben obtener licencias antes de vender productos al público, lo que provocó esta “circunstancia inusual”.
“Para obtener una licencia de vendedor de alimentos, solo dura cinco días y cuesta 40 dólares por cinco días, así que eso está fuera de lugar. Si quiere vender en la calle, tiene que conseguir un permiso de calle. Si vendemos frente a un negocio, tenemos que obtener un permiso de abogado”, dijo Moore.
El puesto de limonada de Baker volvió a funcionar el viernes frente a la ubicación del propietario del negocio local, Eric Strata, donde la policía dijo que no interferiría. Strata había visto una publicación en Facebook sobre la situación de Baker y se ofreció a ayudar con el proceso del permiso.
“Él (el oficial) tenía que hacer su trabajo, pero me pareció muy injusto porque ella tiene 8 años, es solo una niña inocente que quiere estar motivada y quiere hacer algo consigo misma. ¿Por qué cerrar eso?” dijo Strata. Numerosas personas han pasado por el puesto de limonada desde el incidente inicial y Baker ha recaudado cientos de dólares.
“Entiendo las reglas, entiendo por qué la cerraron. Es una situación triste, triste”, dijo Moore.
El Departamento de Policía de Alliance y los organizadores del festival no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios.
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