HISTORIA VIRAL

"Mi deseo era amamantar": Rubén, el padre transmasculino que gestó solo y dio pecho a su bebé

El joven de origen español narró cómo fue para él cumplir uno de sus mayores sueños en la vida; formar su propia familia sin pareja

MUNDO

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Rubén Castro logró gestar y formar su propia familia. FOTO: Pixabay

Rubén Castro se convirtió hace unos meses en el primer hombre transmasculino en dar a conocer de manera pública que había cumplido uno de sus mayores sueños en la vida; gestar y amamantar a su hijo sin tener una pareja. Recientemente, con 29 años de edad y ya tras ocho meses de "dar la teta", ha decidido entrar a un quirófano y extirparse las mamas, procedimiento que se conoce como cirugía de masculinización torácica.

“Es que antes yo conservaba mis pechos porque quería amamantar, tenía eso tan claro que fue fácil aguantar. Terminada la lactancia natural, es una parte de mi cuerpo que no me agrada y que ya no tiene una función a futuro”, relató el joven a Infobae, quien recordó en una entrevista cómo desde que estudiaba la educación inicial nunca se identificó con su cuerpo ni como una mujer.

Sin embargo, Rubén hizo énfasis en que tampoco se sentía afín a como se definían los demás varones trans, ya que aseguró no compartía ciertas características que, se suponía, inevitablemente debían caracterizarlos: "Es que no me parezco en nada, entonces no debo ser trans", se habría cuestionado alguna vez.

La Semana Mundial de la Lactancia Materna

Rubén cumplió se convirtió en padre hace 15 meses. FOTO: Pixabay

Del lunes 1 de agosto al domingo 7 se celebró en todo el mundo la “Semana Mundial de la Lactancia Materna”, el cual es considerado el movimiento social más extendido en defensa de la lactancia materna y que se instauró oficialmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la UNICEF en 1992.

Esta fecha estuvo marcada de gran simbolismo para Rubén Castro ya que había cumplido su sueño de amamantar a su hijo, a quien logró tener después de iniciar un proceso de fertilidad con esperma donado, el cual lo llevó a convertirse en papá gestante. Sin embargo, consideró que su familia quedaba fuera de esta conmemoración a la que se define como "lactancia materna".

Motivo por el cual decidió dejar de llamarla de esta manera, ya que, aseguró, esta construcción invisibiliza y borra a las “paternidades trans”; ahora Rubén, que estudia Educación Social, decidió denominarla como lactancia humana, lactancia de pecho, dar la teta, o, simplemente así, lactancia, para comenzar a integrarlo al lenguaje cotidiano y normalizar su uso.

Rubén cumplió su sueño de amamantar 

Rubén entendió que podía cumplir su sueño de tener su propia familia desde su verdadera identidad de género. FOTOO: Infobae

Rubén decidió convertirse en padre trans luego de conocer la historia de Fernando Machado, un hombre de origen venezolano trans, quien estaba embarazado y feliz, con quien comenzó a comunicarse y conocer mucho más de cerca acerca del proceso que vivió, lo que lo llevó a "despertar, ese momento en el que dices ‘ahora lo entiendo todo’”, declaró en una entrevista al medio argentino. 

Era 2015, Rubén contaba con 22 años de edad y para él este momento fue como una revelación en la cual descubrió que deseaba gestar y no estaba obligado a seguir mostrándose como una mujer para hacerlo. Es decir, ahora comprendía que podía cumplir su sueño de tener su propia familia desde su verdadera identidad de género, y estaba dispuesto a poner en marcha este proyecto personal.

El camino para lograr tener su propia familia

Luar, la "criatura" de Rubén tiene ahora 15 meses de edad. FOTO: Infobae

A partir de entonces, Rubén dio inicio a su transición social para ser quien es hoy en día: una persona trans masculina no binaria (“trans” porque su género no coincide con el que se le asignó al nacer, y “no binaria” porque no se identifica con lo que está dentro de lo binario hombre/mujer). Y el proceso comenzó con un tratamiento hormonal con testosterona.

Pero antes decidió congelar sus óvulos, ya que le advirtieron que la testosterona podía afectar la fertilidad. La siguiente decisión que tomó fue la de no operarse su pecho, ya que deseaba "vivir la experiencia de la lactancia". Una vez que sus óvulos estaban seguros dio inicio a la terapia con testosterona, y decidió a cambiar su nombre y su género. 

Fue a los dos años de haber iniciado este proceso cuando comenzó un tratamiento de fertilidad con esperma donado para convertirse en papá. Lo que quedó claro a Rubén durante este proceso es que se sintió agradecido de tener el cuerpo que le iba a permitir convertirse en padre, además que no dependía de nadie para lograr su sueño, a diferencia de otros hombres cis solteros, quienes necesitan de una mujer o de otra persona con capacidad de gestar para ser padres. 

Rubén cría a su bebé sin género asignado

Rubén vivió 8 meses de lactancia mixta. FOTO: Infobae

Una vez que Rubén dejó la testosterona le informaron que debían hacerle inseminaciones artificiales con los óvulos que estuviera produciendo en ese momento, es decir, ya no utilizarían sus óvulos congelados; algo que en un inicio lo desconcertó, fue hasta el tercer intento que dio positivo. Era 2020, y el mundo vivía el inicio de la pandemia de Covid-19, cuando le informaron a Rubén que estaba embarazado de Luar.

Luar, a quien Rubén define como su "criatura"y que acaba de cumplir 15 meses, es criado sin género asignado (es decir, no se refiere a Luar como "bebé” o “varón”) aseguró que durante su embarazo asistió a charlas y talleres sobre lactancia, en donde siempre se hablaba de lactancia materna. "Yo hacía un esfuerzo mental y me enfocaba mucho, solo quería tener información para que mi lactancia fuera bien, pero la verdad es que no iba a ser madre sino padre y la idea de ‘lactancia materna’ me dejaba afuera”, declaró.

Debido a que Rubén tenía algo llamado “pecho hipoplásico”, que hacía que casi no tuviera leche, decidió darle "la teta" con una jeringa conectada al pezón mediante una sonda, pero pronto se vio obligado a agregar también leche de fórmula. Le dieron un medicamento para aumentar su producción de leche, compró un sacaleche e incluso pasó por el proceso de extraerse algo y guardarlo para dárselo a su bebé.

Rubén vivió 8 meses de lactancia mixta ya que nada de lo que vivió en este periodo lo había anticipado; en los últimos dos meses continuó con su tratamiento de testosterona, pero sabiendo que ya no existía riesgo alguno para su bebé, un proceso que "ya lo necesitaba”, asegura ahora desde su casa en Madrid.

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