La guerra que libra Ucrania en su territorio, tras la invasión de Rusia, ha permitido que las potencias mundiales prueben la letalidad de sus armas que, entre otras características, son de bajo costo y más precisas, como los drones estadounidenses Switchblade.
Estos aviones no tripulados pueden eliminar tanques y misiles Javelin o NLAW, además de su fácil portabilidad, se quedan orbitando en el aire hasta dar con el blanco, lo que permite abortar la agresión definitiva.
El Switchblade es un robot de cámara voladora con un explosivo en su interior. Estas máquinas eléctricas son armas que ayudarán a encontrar o atacar a los enemigos cercanos, no a los lejanos.
Se les conoce como drones kamikaze, porque son de un solo uso, cada aparato cuesta de seis mil a ocho mil dólares, mucho menos que otro armamento de capacidad destructiva similar.
Si no hay sistemas antiaéreos o de guerra electrónica para frenarlos, "pueden borrar compañías o batallones enteros", señala Guillermo Pulido, experto en geoestrategia y autor del libro Guerra multidominio y mosaico.
EU envió a Ucrania hace unos meses 100 drones de este tipo, dentro de un paquete más amplio que incluía 800 misiles antiaéreos, nueve mil proyectiles antiblindados, seis mil lanzacohetes y mil armas antitanque más ligeras, entre otros.
The New York Times destacó que fuentes gubernamentales le confirmaron que algunos de esos drones son del tipo “suicida”; en concreto, el modelo Switchblade, fabricado por la empresa estadounidense AeroVironment.
“No es un dron como solemos entenderlo, como un avioncito", comentó Christian Villanueva, director de la revista especializada Ejércitos. Es lo que se llama 'munición merodeadora' (loitering munition).
El aparato va en un tubo que el soldado lleva en la espalda. Cuando las unidades de infantería localizan un objetivo de interés, apoyan el cilindro en el suelo y dejan salir el dron.
Es como un misil con "alas", que se queda orbitando en la zona. Puede pasar hasta 40 minutos en el aire y tiene un alcance de decenas de kilómetros.
El soldado que maneja el arma en tierra, con una tablet, puede observar, a través de cámaras, lo que "ve" el dron. Esto le permite explorar el terreno. Al lanzar el ataque definitivo, el arma explota y destruye o daña el objetivo.
Hay dos versiones de los Switchblade, el 600, más eficaz contra artillería pesada, de más alcance y autonomía, con capacidad para acabar con objetivos duros como vehículos blindados.
El 300, es más compacto, se puede llevar en una mochila, el sistema de lanzamiento es el tubo que los contiene, pero tiene menos poder de destrucción.
ARTE: CHRISTIAN CHACÓN
MAAZ