Amber tenía 32 años, era maestra de inglés, estaba casada con Richard Guichelar y ambos eran papás de un par de niñas de dos años y ochos meses. Su tercer bebé venía en camino cuando una madrugada su esposo llamó llorando a la policía de Michigan para decirles que su esposa estaba inerte en la cama, estaba morada y no respiraba.
El hombre relató al operador que la joven madre estaba sobre su cama con una sudadera enredada en el cuello. Junto a ella estaba la bebé en su cuna y su hija mayor se encontraba a un lado de su padre cuando al borde del shock éste le relataba a la policía lo que había hallado cuando subió a ver cómo estaban la mujer y sus niñas.
Cuando llegaron los paramédicos, subieron de inmediato a la habitación, pero no pudieron hacer nada, pues Amber ya estaba muerta. Era el 16 de noviembre de 2020 y todo parecía indicar que se había quitado la vida a tan solo tres días de cumplir 33 años.
O al menos eso fue lo que Richard le dijo a los agentes, pues contó que esa noche se durmió en el sillón porque en el cuarto hacía calor y que se había despertado cuando la bebé había comenzado a llorar. Pero la hermana de Amber, quien había vivido con ellos, dijo que Guichelaar no era un esposo ejemplar, pues le dejaba toda la carga a su mujer y además, tomaba medicamento para un problema mental que lo quejaba, el cual lo hacía dormir mucho, por lo que ella no creía que ese día el llanto de la niña pequeña de verdad lo hubiera despertado.
Luego vinieron los resultados de la autopsia. La joven mamá de dos, quien esperaba a su tercer bebé había muerto por asfixia. Sin embargo, el médico forense determinó que no pudo haberlo hecho ella misma y la única persona con la fuerza suficiente para haberla ahorcado con la sudadera sería su propio esposo, pues en la casa solo estaban ellos y las niñas.
Amber escribió su sufrimiento en un cuaderno
En enero de 2021 Richard Guichelaar fue detenido y admitió que había matado a su esposa. Esa noche, se había enojado con Amber porque se había tardado en cerrar la casa y entonces decidió irse a dormir al sillón. Pero en algún subió y fue cuando decidió ahorcarla con la sudadera.
Durante las indagatorias, los policías buscaron algunos indicios de que Amber fuera víctima de violencia familiar, y quedaron sorprendidos cuando al inspeccionar el automóvil de la joven mamá, hallaron un cuaderno mojado con las terribles confesiones sobre lo mucho que sufría con él.
Algunas páginas se había borrado con el agua, pero en otras los relatos simplemente eran desgarradoras. En las hojas escritas con tinta negra se podía leer que en sus arranques de ira, Richard la había golpeado, pateado y amenazado; en una ocasión lanzó una taza contra la televisión, destrozó los celulares, rompió puertas y hasta había destrozado la pared con el puño.
Pero sin duda lo más impactante que leyeron los agentes fueron las siguientes líneas:
"Él es peligroso. Literalmente pensé ¿estoy a salvo durmiendo a su lado? ¿Me mataría alguna vez?"
Los policías e investigadores dijeron que ese cuaderno era un registro impactante de lo que había sufrido y fue desgarrador para ellos saber que lo había guardado todo para ella. Sin embargo, esas tristes notas sirvieron para poder detener y enjuiciar a Richard Guichelaar, quien en abril de este año fue condenado a cadena perpetua, con un mínimo de 33 años en prisión.
Cuando recibió sentencia, el hombre aceptó que la había matado y que estaba listo para su sentencia. Antes, afirmó que Amber era un ser humano maravilloso, y que erauna gran madre, hija y nieta. The Mirror informó que la hermana de la joven mujer es quien se quedó con las niñas y ahora las está criando.
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