Los contagios por Covid-19 han aumentado en las semanas pasadas, asimismo, han aparecido nuevas variantes y otra vez algunas personas comienzan a confundirse sobre qué hacer y qué no hacer.
De este modo, es importante recordar las indicaciones básicas que se dieron desde que inició la pandemia, como implementar el correcto uso de cubrebocas, reforzar las medidas de higiene, optar por espacios ventilados con poca gente, aislarse por lo menos 10 días si el resultado de la prueba es positivo y acudir al hospital en caso de complicación.
En este contexto, con la aparición de las vacunas, la enfermedad ha sido menos agresiva en muchas personas, por lo que el aislamiento, algunos medicamentos para reducir las molestias y el reposo parece ser suficiente.
Pero la mayoría de los pacientes con Covid-19 han olvidado algo que es fundamental en la recuperación, la correcta alimentación, ya que podría mejorar esta última etapa de la enfermedad.
¿Por qué es importante la correcta alimentación antes y después de la enfermedad?
A través de la energía obtenida de los alimentos, el organismo puede presentar una mejoría significativa, así como la hidratación y el consumo de proteínas que ayudarán a reparar los tejidos y células.
Hay que recordar que el sistema inmunológico se conforma de una red de órganos, células y químicos que luchan contra cualquier infección, a través de los glóbulos blancos, anticuerpos y demás mecanismos que destruyen los microorganismos dañinos, además de una tarea muy importante: reparar las células y tejidos que fueron afectados por la enfermedad.
¿Cómo es la alimentación tras haber contraído Covid-19?
De acuerdo con Philip Calder, profesor de inmunología nutricional de la Universidad de Southampton, durante una infección, el cuerpo extrae proteínas de los músculos que se descomponen y se transforman en aminoácidos, los cuales son usados por el sistema inmunológico para producir nuevas proteínas.
Este proceso hace que muchas personas se sientan débiles o pierdan peso cuando se enferman, por lo que se requiere darle energía extra al cuerpo, que está trabajando más de lo habitual. A continuación te presentamos los alimentos y nutrientes que debes incluir en tu dieta.
- Alimentos ricos en vitamina D como aceite de hígado de bacalao, arenque, yema de huevo, sardina, atún claro enlatado, salmón y jugo de naranja y hongos.
- Carotenoides y vitamina A como hígado de res, de pollo, queso de cabra, camote cocido, col rizada, zanahorias crudas y espinacas tiernas crudas.
- Alimentos que contengan zinc como carne molida, chocolate amargo, ostras, semillas de calabaza y lentejas crudas.
- Ácidos grasos omega-3 que se encuentra en alimentos como semillas de chía, soya, sardinas, linaza y nueces.
- Alimentos ricos en vitamina C como papaya, tomates, papas, pimiento dulce rojo, kiwi, y coliflor.
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