La espera, tras la filtración de la decisión que anulaba el fallo Roe vs. Wade, terminó con una opción contraria al derecho al aborto en Estados Unidos. Fueron dos meses de debates, pero la Corte Suprema decidió que será una práctica ilegal.
En ese sentido, Paula Ávila-Guillén, directora ejecutiva de la organización Women's Equality Center (WEC), dijo a El Heraldo de México que "aunque el golpe final se anunció el pasado viernes, el movimiento en favor del derecho fundamental al aborto se ha venido preparando para este inevitable momento".
Ávila-Guillén explicó que ahora se espera que el aborto sea ilegal o severamente restringido en al menos 26 estados del país, dejando a por lo menos 36 millones de mujeres en edad reproductiva sin acceso a este procedimiento de salud.
"Organizaciones de servicios, fondos de apoyo y grupos legales están listos para ayudar y seguir presionando a gobiernos locales de EU a pasar protecciones a este derecho fundamental", dijo la entrevistada.
La directora ejecutiva del WEC aclaró que "como latinoamericanas conocemos muy de cerca los efectos desastrosos de las prohibiciones al aborto, y ofrecemos nuestra solidaridad y lecciones aprendidas a nuestras hermanas en Estados Unidos en este momento".
Asimismo, recordó que, desde finales de 2020, se ha visto a Argentina, México y Colombia despenalizar el aborto. Estos cambios históricos son el resultado directo del activismo organizado y las manifestaciones populares como parte de la marea verde en la región.
"Esta oleada también es una respuesta a los efectos desastrosos que ha tenido la prohibición del aborto en la zona: la criminalización nunca redujo el número de interrupciones, sino que empujó a las mujeres a la clandestinidad, arriesgando su salud y sus vidas.
"Así, el aborto se convirtió en un problema de salud pública que el Estado ya no podía ignorar, donde las personas con recursos podían acceder prácticas seguras, y aquellas más vulnerables estaban empujadas a arriesgar sus vidas", enfatizó.
También señaló que "EU ha tenido la fortuna de vivir bajo el manto de la decisión Roe vs. Wade por los últimos 50 años, lo que garantizó a generaciones enteras la libertad de acceder al aborto en todo el país. Sin embargo, después de que la anterior Presidencia consiguiera apuntar tres nuevos magistrados ultraconservadores a la Corte Suprema, ellos han retrocedido 50 años.
"Esta es una decisión unilateral de la Corte y va expresamente en contra del actual gobierno y de la voluntad popular de la población estadounidense, ya que la mayoría del país mantiene que el aborto debería permanecer legal", dijo.
Ante un posible efecto electoral, Ávila-Guillén señaló que "la decisión de la Corte Suprema sobre el fallo de Roe ha encendido y reactivado a la población a salir a las calles por sus derechos. Y, por su carácter legalmente peligroso para otras victorias sociales, como el matrimonio igualitario, esta decisión tiene el poder de unificar a la mayoría de la población estadounidense".
"Nuestra esperanza es que en las próximas elecciones salgamos masivamente a votar por aquellos candidatos que tienen como agenda la defensa y protección de nuestros derechos, los de nuestras familias, y los de las generaciones que vendrán", finalizó.
PAL