Un grupo de ocho perros golden retrievers: Abner, Cubby, Devorah, Elijah, Gabriel, Joy, Miriam y Triton llegó a Uvalde, Texas, para ayudar a los alumnos y familias de las víctimas de los 21 fallecidos, tras la matanza de la escuela Primaria Robb.
El elemento central de ese equipo es una golden llamada Miriam, quien desde las ocho semanas de edad se sometió a dos mil horas de entrenamiento para brindar consuelo psicológico a las personas que se encuentran en crisis.
Diversos estudios han demostrado que los perros son especiales en su capacidad para trascender las emociones, el estado de ánimo y los niveles de estrés humanos.
Acariciar a los canes, por ejemplo, puede ayudar a disminuir la frecuencia cardíaca de las personas, así como a reducir la ansiedad. Hacen que el cuerpo libere oxitocina, que es una hormona calmante.
"Es más fácil para los niños hablar con los perros", explicó la organización religiosa Lutheran Church Charities, que recorre EU para ofrecer consuelo a los sobrevivientes de tragedias y matanzas.
El grupo viajero con los golden retrievers va a áreas que recientemente experimentaron catástrofes y coordina el despliegue de miles de voluntarios para proyectos de respuesta a desastres, crisis y misiones tanto en Estados Unidos como en el extranjero, según su Facebook.
En Uvalde, voluntarios y perros se sentaron en la plaza del pueblo invitando a los habitantes a pasear y jugar. Los canes usan chalecos azules que dicen "por favor, acaríciame", explicó a CNN la coordinadora de respuesta de crisis de Lutheran Church Charities, Bonnie Fear.
"Luego de eventos traumáticos, la gente no quiere lidiar con otras personas, a veces sólo buscan algo que puedan tocar y hablar sin ser juzgados, así de simple", agregó Fear.
"Creo que traemos esa presencia tranquilizadora, donde pueden agacharse y hablar con el perro, abrazarlo y nadie los criticará ni responderá con palabras. Descubrimos que simplemente no procesan palabras o preguntas, pero les gusta un abrazo de un perro o derretirse en su pelaje", agregó.
Blair, otro de los voluntarios que visitaron la escena del tiroteo en Uvalde, comentó que "hubo algunas lágrimas" cuando los perros consolaron al personal de un hospital local.
Añadió que escuchó a un pequeño que dijo: "es muy bueno que hayan traído a estos perros, porque a los niños como yo que estábamos en la escuela, nos hacen felices".
La organización indicó que hay "muchos menores que aún no están listos para hablar, pero otros se acercan a los canes y cuando concluye su terapia, abrazan, sonríen e incluso terminan hablando con la mascota".
Recientemente los perros han estado en Colorado –tras el tiroteo de King Sooper–; en Orlando, Florida, –después de la matanza del club nocturno Pulse; en Parkland, Florida, por el ataque en Santa Fe; en Las Vegas; Oxford y Michigan, entre otros.
DESPIDEN A MAESTRA
Uvalde sepultó ayer a una de las dos profesoras asesinadas a tiros, junto con su esposo, quien murió días después del ataque dejando huérfanos a sus cuatro hijos.
"Comenzaron su relación en la secundaria y ella floreció en un amor hermoso", dicen los obituarios.
Los primeros funerales de los estudiantes muertos en el ataque se llevaron a cabo el martes.
MAAZ