Un joven de 23 años falleció tras ingerir una pizza que recogió de un restaurante en Newcastle, Inglaterra. Su familia relató que había encargado el alimento en línea a través de la plataforma Deliveroo y después fue por ella al establecimiento.
James Atkinson tuvo una reacción alérgica grave debido a que la pizza tenía cacahuates, alimento que le hacía daño. Sin embargo, los abogados de su familia aseguran que el joven murió porque en la página no estaba clara la información sobre si la comida que vendían en Dadyal contenía ingredientes que estaban en la lista de alérgenos comunes.
Sin embargo, el dueño del establecimiento dijo a la BBC que la plataforma sí especificaba sobre los productos que se utilizaban para preparar las pizzas así como la higiene de los alimentos. El restaurante fue suspendido de Deliveroo en julio de 2020, días después de la muerte del chico, pero siguió dando servicio en otras páginas de alimentos hasta que las autoridades determinaron que podía volver a operar sin problema.
En tanto, la plataforma envió sus condolencias a la familia del chico, quien se acababa de graduar como desarrollador de software, y dijo que estaba cooperando con las investigaciones, precisó The Mirror.
¿Cuál es el conflicto en este caso?
Los papás de James Atkinson aseguraron que la página no era clara en caso de que el cliente tuviera alergias para evitar usar ingredientes que puedan poner en riesgo su salud, y que eso posiblemente fue la causa por la que el chico no estaba enterado de que la pizza contenía trazas de cacahuate.
Por ello exigieron que las plataformas sean más específicas en la verificación de ingredientes, así como una visualización más clara de los alérgenos:
"Nos gustaría ver un sistema más simple en el que aparezca una casilla de verificación antes de hacer el pedido: ¿tiene alergia? ¿Sí o no? Si marca que sí, se le indicaría que se comunique por teléfono al restaurante (...) La información sobre alergias siempre está oculta, debe estar al frente", dijo su papá, Stuart Atkinson, al Sunday Times.
En este sentido, Jill Atkinson, madre del joven fallecido, exiió que además de las especificaciones en las plataformas para encargar comida, los restaurantes también pongan etiquetas en los empaques del alimento detallando si cuenta con alérgenos, los cuales de acuerdo con la Agencia de Normas Alimentarias (Food Standards Agency, FSA, por sus siglas en inglés) son 14 y se enlistan de la siguiente manera:
- Cereales con gluten
- Crustáceos y productos derivados de éstos
- Huevo y productos hechos con éste
- Pescado y productos a base de éste
- Cacahuates y productos derivados de éstos
- Soya y productos derivados de ésta
- Leche y derivados (incluida la lactosa)
- Frutas con cáscara y sus derivados
- Apio y productos derivados
- Mostaza y derivados
- Granos de sésamo (ajonjolí) y productos hechos con éstos
- Dióxido de azufre y sulfitos
- Altramuces (lupines) y productos hechos con éstos
- Moluscos y productos hechos con éstos
Si bien el caso ocurrió hace casi dos años, ha cobrado vital relevancia ahora pues será este martes 10 de mayo cuando el Tribunal Forense de Newcastle, en Inglaterra, abra una investigación sobre la muerte de James Atkinson, la cual podría sentar precedente para obligar a los restaurantes, bares y otros establecimientos que venden alimentos y bebidas a ser aún más transparentes en la verificación de ingredientes y procesos de preparación para evitar daños en la salud de personas con alergias.
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