A poco más de dos meses y medio de iniciada la guerra entre Rusia y Ucrania, las tropas enviadas por Vladimir Putin han logrado tomar el control de regiones importantes como Chernobyl, aunque aún no logran llegar al objetivo principal, que es la capital Kiev. Sin embargo, recientemente venció a la última defensiva local que quedaba en Mariúpol, considerada una de las ciudades más importantes debido a que se encuentra en la costa.
Esta ciudad es quizás una de las más afectadas durante la operación militar pero también la que más ha resisitido los bombardeos y ataques por tierra y mar. Hasta hace unos días, en la planta siderúrgica de Azovstal, donde un contingente tanto de militares como de civiles se atrincheró y amenazó con no evacuar pese a la avanzada de los extranjeros.
No obstante, el gobierno de Ucrania y el propio alcalde de Mariúpol, Vadym Boichenko, informaron que ya dejaron de tener comunicación ya con este pequeño grupo de la resistencia luego de un ataque ruso este miércoles 4 de mayo, en el cual se presume que las tropas del Kremlin lanzaron bombas termobáricas (o de vacío) para poder así irrumpir en el complejo, según informó el Daily Mail.
Dicho medio británico, señaló que este día se pudieron apreciar grandes cohetes cruzando el cielo de Azovstal para impactarse en las fábricas y los pocos edificios que aún quedaban en pie. A la par, reportó que los tanques y tropas rusas también entraron en la conocida zona industrial situada al oeste de Ucrania.
En redes sociales comenzaron a circular videos que dan muestra del ataque con lo que podrían ser bombas de vacío, las cuales no necesariamente tienen explosivos convencionales dentro pero sí generan una gran onda expansiva al entrar en contacto con el oxígeno del aire. Sus efectos son tan destructivos que incluso pueden aspirar el aire de los pulmones.
Rusia aún tiene un gran arsenal
Ya desde finales de febrero e inicios de marzo habían denunciado que Rusia había ingresado este tipo de ojivas a Ucrania, sin embargo no se tenía constancia de que ya las hubiera utilizado, según informó la BBC. Anteriormente, el Kremlin ha recurrido a este tipo de armamento en invasiones como la de Chechenia, informó la organización Human Rights Watch, aunque también recurrió a ellas Estados Unidos en 2011, cuando bombardeó Afganistán.
Vale recordar que cuando empezó la guerra, el el Bulletin of Atomic Scientists, reportó que Rusia tenía casi seis mil ojivas, de las cuales mil 500 estaban en proceso de ser desactivadas, mientras que cuatro mil 477 sí estaban disponibles para ser utilizadas. De ellas, mil 588 ojivas podrían ser utilizadas en objetivos estratégicos (y no en campo de batalla), de las que 812 estarían asignadas a misiles balísticos terrestres, 576 a misiles balísticos lanzados desde submarinos y 200 a bases de bombarderos pesados.
El hecho de que Rusia pudiera haber usado esta tecnología en Azovstal, significaría que ya tomó por completo el control de Mariúpol, considerada uno de los últimos bastiones de la resistencia ucraniana. Eso además resultaría benéfico anímicamente para Vladimir Putin previo a la gran fiesta de Rusia, ya que el 9 de mayo se celebra el Día de la Victoria en Moscú, que es cuando se conmemora la caída de la Alemania nazi.
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