En octubre de 1992 una niña de siete años llamada Nikki Allan desapareció de la casa de sus abuelos en Sunderland, Inglaterra. Sus familiares y vecinos se organizaron rápidamente para buscarla, sin embargo, a las pocas horas encontraron su pequeño cuerpo sin vida en un edificio abandonado de la ciudad.
La pequeña niña estaba a escasos 100 metros de donde la habían visto por última vez. Las autoridades pudieron encontrarla ya que sus zapatitos estaban afuera del inmueble, pero cuando entraron a inspeccionar el sitio, el horror se apoderó de todos al descubrir que a Nikki la habían apuñalado brutalmente 37 veces.
En estas tres décadas, ninguna persona había sido acusada formalmente por el cruel asesinato de la niña. Un año después detuvieron a George Herron de 24 años, pero un tribunal lo absolvió pronto al no encontrarlo relacionado con el crimen; luego, en 2014, fue aprehendido e interrogado el asesino serial Steven Grieveson por el caso, sin embargo, no se le pudieron fincar responsabilidades.
Ahora el caso ha dado un giro drástico, pues después de 30 años de buscar justicia para Nikki Allan, por fin será juzgado el presunto responsable de haberla apuñalado tantas veces y truncar su vida con tan solo siete años. David Thomas Boyd, de 54 años, compareció apenas este lunes ante el Tribunal de South Tyneside, Inglaterra, luego de que la investigación llevara a dar con su paradero y aprehensión, por lo que enfrentará un juicio por el atroz crimen.
"Me gustaría ofrecer mi más sincero agradecimiento a la familia de Nikki por su paciencia y cooperación y continuaremos ofreciéndoles cualquier apoyo que puedan necesitar (...) La información alega que David Thomas Boyd, de 54 años, de Chesterton Court, Norton, condado de Durham, es responsable del asesinato de Nikki Allan", afirmó en la audiencia de este lunes David Felton, asistente del jefe de la Policía de Northumbria.
Mamá de Nikki exige justicia
El hombre fue acusado formalmente de asesinato, lo pusieron bajo custodia de las autoridades locales y ahora deberá comparecer nuevamente este martes 24 de mayo, pero ahora ante la Corte de Newcastle. El Tribunal informó que Boyle deberá recibir un juicio justo y que las personas que crean tener información sobre el caso pueden hacérsela llegar a las autoridades, pero que no pueden filtrarla ya que es una indagatoria abierta y ésta podría verse entorpecida, detalló el Chronicle Live.
Dicho medio británico habló con la madre de Nikki, la señora Sharon Henderson, dijo que lleva casi 30 años exigiendo justicia para su niña asesinada. "He estado luchando por ella más del tiempo que vivió", sentenció la mujer, quien relató que desde que la pequeña se fue, lo único que sus otros hijos han visto es a una mamá enojada y que lucha por justicia.
"Ese asesino nos quitó todo. Devastó a toda nuestra familia", agregó Sharon.
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