Si llaman a un hombre “calvo” se considera sexual. Al menos así lo dictaminó una corte laboral del Reino Unido, ya que usar ese adjetivo para señalar a una persona, se califica como discriminación.
De acuerdo con el juzgado, la pérdida de cabello es más concurrente entre los hombres que entre las mujeres, lo por lo que llamar “calvo” a una persona sería un acto de discriminación. Por ello, el magistrado dictaminó que hacer comentarios sobre la calvicie de un hombre, en su trabajo, es igual a hacer señalamientos sobre el tamaño de los senos de una mujer.
Este fallo se dio a favor de un hombre llamado Tony Finn, quien deberá de recibir una compensación tras prestar por 24 años sus servicios a la empresa Bung Company, con sede en West Yorkshire.
Percepción de lenguaje
La compañía dio por finalizada su relación laboral en mayo pasado. Finn llevó a los tribunales a la firma, ya que se dijo objeto de acoso sexual tras una fricción con el supervisor Jame King.
Los alegatos del trabajador datan de 2019. Cuando King se había referido hacia Tony Finn como un “bald cunt” (calvo imbécil). La situación que llevó a realizar un acto judicial contra la empresa, fue el uso de un adjetivo que hacía sobre su persona.
En las zonas industriales del Reino Unido se usa un lenguaje, que para algunos pude ser común o ofensivo para quienes no pertenecen a ese entorno, pero la connotación de “clavo” fue lo que inclinó la sentencia a favor de Tony Finn.
“El tribunal determina que al referirse al demandante como un ‘bald cunt’... la conducta del señor King no fue deseada, fue una violación de la dignidad del demandante, creó un ambiente intimidatorio para él, se hizo con ese propósito y se relacionó con el sexo del reclamante”, señala el fallo de la corte.
La compensación que recibirá Tony Finn de parte de la firma se determinará en una fecha posterior.
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