Dionne Timms-Williams -de 17 años- pasará el resto de su vida en una prisión de Gales por la tortura y asesinato de un hombre el 20 de julio de 2021. Ella, junto con dos amigos, fueron condenados a cadena perpetua la semana pasada tras la brutal agresión contra el psiquiatra Gary Jenkins, únicamente porque era bisexual.
En su ficha policial, la joven aparece sonriendo como si no tuviera remordimiento por haberle quitado la vida a un hombre, quien además era padre de dos niñas. Los otros dos implicados en el atroz crimen son Lee Strickland de 36 años y Jason Edwards, de 25; quienes juntos salían a "cazar hombres homosexuales vulnerables" en el Parque Bute, en la ciudad de Cardiff, informó la Fiscalía local.
En una grabación difundida por la Policía de Cardiff, en Gales del Sur, se aprecia cómo los dos detenidos se encuentran sentados en una banca del parque y beben alcohol; segundos después, Dionne llega y los saluda efusivamente. Luego se explicó que acecharon y ubicaron al hombre en lo que las autoridades llamaron un ataque aleatorio, ya que el parque es conocido por ser punto de encuentro de hombres en busca de sexo con otros sujetos.
Las autoridades relataron en una audiencia que Dionne se abalanzó contra el doctor Jenkins y lo llamó "maldito cerdo". Un testigo dijo al tribunal que la adolescente lucía "sádica y diabólica" y que se reía mientras golpeaba y pateaba al hombre, quien entre sollozos pedía que lo dejara en paz. A la par, sus dos amigos le gritaban que lo pateara en la cabeza.
Luego de que el hombre quedó mal herido, en un video difundido por la policía de Cardiff se ve cómo los tres se abrazan en señal de celebración por el atroz crimen que cometieron y luego se despiden. El psiquiatra fue llevado al Hospital Universitario de Gales con hemorragia cerebral, inflamación del cráneo, así como con múltipkes fracturas en la nariz, mandíbula y costillas.
A pesar de los esfuerzos médicos por salvarlo, Gary falleció dos semanas después del brutal ataque debido a una "lesión cerebral insuperable", explicaron las autoridades ante el tribunal el mes pasado. En esta audiencia, los tres responsables se declararon culpables y los sentenciaron a cadena perpetua.
Dionne no era así, dicen vecinos
El asesinato de Gary Jenkins causó conmoción entre los habitantes de Cardiff, pues su familia afirmó que era un hombre alegre que sería incapaz de lastimar a alguien. Si bien el hombre se había delcarado bisexual, tenía una esposa, quien dijo que su mundo se vino abajo tras el asesinato y que sus hijas tienen terribles pesadillas luego de la muerte de su papá.
Las personas que conocían a Dionne se mostraron sorprendidas por el crimen que cometió, ya que la recuerdan como una niña tranquila y bondadosa que incluso vendía cosas para donarlas a la caridad; sin embargo, reconocieron que la joven cambio y empezó a consumir drogas en la adolescencia después de que su padre las abandonara a ella y a su mamá.
Cuando fue fichada, Dionne parecía no sentir remordimiento alguno por el crimen contra el psiquitara, pero cuando la interrogaron, trató de hacerse la víctima y dijo que ella había visto cómo los dos hombres estaban atacando a Gary y luego la invitaron a golpearlo también; la chica dijo que temió por su vida y que por eso lo había hecho, no obstante luego las cámaras de seguridad confirmaron que ella formaba parte de la pandilla.
SIGUE LEYENDO: