FUGA DE CEREBROS

Rusia y Ucrania: Putin, constructor de naciones y la identidad ucraniana

A pesar del discurso de Vladimir Putin sobre el origen histórico de Ucrania, la fuerte identidad nacional ucraniana será uno de los mayores factores que impedirán a Rusia ganar una guerra convencional

MUNDO

·
Putin y el verdadero origen de Ucrania como naciónCréditos: AFP

Vladimir Putin dice que Ucrania es una nación inventada. Todas las naciones—incluyendo Rusia, Ucrania y México—son inventadas. La nación es una comunidad imaginada que se construye por oposición «al otro».

¿Qué distingue a un ucraniano de un ruso o un bielorruso? Son pueblos hermanos, herederos del Rus kievano, ortodoxos, establecidos entre el Volga y Dniéster.

La Rusia moderna nació de la lucha de liberación del Estado moscovita contra tártaros y mongoles. Pero los eslavos de la actual Ucrania no fueron liberados por los ejércitos de Moscú, sino, por la Confederación polaco-lituana y por ellos mismos, convirtiéndose en cosacos.

Ucrania” significa “región fronteriza”, y desde el siglo XV se usó para denominar la frontera entre Rusia, Polonia-Lituania y el Imperio otomano: un no-lugar. Sus habitantes se denominaban rutenos, en Polonia, o pequeños rusos, en Rusia; su lengua era vista como un dialecto del ruso o polaco; y Rusia y Polonia buscaban incorporarlos a sus naciones en formación

Te puede interesar: A 84 años de la Expropiación petrolera, el precio del petróleo se dispara

Putin, factor indispensable en la construcción de la identidad ucraniana 

La nación ucraniana moderna nació durante el siglo XIX en oposición a la identidad polaca católica aliada del imperio austro-húngaro. Desaparecidos los imperios ruso y austro-húngaro al final de la Primera guerra mundial, los ucranianos libraron una guerra de independencia. Pero el Ejército rojo los derrotó e incorporó a la Unión Soviética, aunque como una república distinta de Rusia, la República Socialista Soviética de Ucrania: primer antecedente del Estado ucraniano.

Una década después, con Stalin como dictador soviético, Ucrania sufriría la Gran Hambruna o Holodomor, propiciada por las políticas de requisición de grano, que en Ucrania se instrumentó con intención genocida.

Durante 70 años, la política soviética obstruyó el desarrollo de la identidad ucraniana. En 1992 apenas 30% de la población de Ucrania se consideraba a sí misma parte de la nación; al pedirles que definieran de dónde eran, respondían con referencias locales: Kiev, Odesa, Járkiv, Crimea o Lviv; y al preguntarles por qué preferían hablar ruso, respondían que lo hacían porque era lo “más conveniente”: apenas existía una comunidad imaginada ucraniana.

Treinta años después, existe esa comunidad. Hasta la década de 2010, su construcción había sido lenta: discutir el Holodomor permitió identificar a ese «otro»; y en 2004, la Revolución naranja comenzó a impulsar una identidad más europeísta y “democrática” para Ucrania, aunque atada regionalmente al occidente ucraniano. Además, a esa idea, comenzó a incorporarse la visión romántica e idealizada de “libertad cosaca” con sus líderes elegidos “democráticamente”.

Pero, el principal acelerador de la construcción de la identidad ucraniana actual fue Vladimir Putin con su reacción violenta contra las Revoluciones de colores y la expansión de la OTAN. En 2008 invadió Georgia, y poco a poco, ese «hermano mayor» ruso se convirtió en «el otro amenazante». En 2014, Putin logró invadir Crimea pacíficamente, pero en el Donbás se inició una guerra entre tropas ucranianas y separatistas apoyados por Moscú.

Ocho años de guerra y la permanente amenaza rusa cambiaron a Ucrania y construyeron su comunidad imaginada: en diciembre de 2021, con tropas rusas rodeando su país, en una encuesta del Instituto Internacional de Sociología de Kiev, 33.3% de los ucranianos respondieron que estarían dispuestos a defender su país por las armas, e incluso en las regiones rusoparlantes, más de 60% de la población se decía dispuesta a resistir una invasión. En marzo 2022 vemos que esto era verdad.

Fuente: The Kyiv Independent

Rusia tiene 144 millones de habitantes y Ucrania 44 millones. Fortalecidos con un sentido de identidad nacional, y peleando por su hogar será imposible que Rusia gane una guerra convencional en Ucrania, pues esta nación imaginada podría convertirse en un nuevo Afganistán, y como resultado del belicismo de Putin, Moscú no podrá volver a engullir a esa nación.
 

Por: Francisco Soní Solchaga, internacionalista por El Colegio de México y Maestro en Gerencia Pública por el CIDE. Twitter @pancho_soni