SUCEDIÓ EN ARGENTINA

Ni la muerte los separó: Mujer se fue a vivir a la tumba con su difunto esposo; tenía tele y cocina

Adriana Villarreal vivió por dos años en la tumba de su marido. En su estancia en México, vio que la cultura mexicana entiende que cuando las personas fallecen, no fallece el alma, sino sólo el cuerpo físico

MUNDO

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La mujer vivió por dos años en la tumba junto al cuerpo de su esposo.Créditos: Pixabay

Adriana Villarreal llevó más allá el dicho de “hasta que la muerte los separe” cuando después de que falleció su marido, no dudó en irse a mudar con él aún cuando ya estaba en su tumba, la cual ambientó con las amenidades de un hogar común donde vivió por dos años.

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En 2010, Adriana quedó viuda de su entonces esposo Sergio Yedé quien a sus 28 años de edad falleció. Su esposa visitaba su tumba cada dos meses, hasta que los vecinos del panteón ubicado en el cementerio Dos de Mayo en Misiones, Argentina, comenzaron a notar que algo raro ocurría.

Los testigos se dieron cuenta que por las noches se escuchaba alboroto desde el panteón, donde se apreciaba que sonaba música y veían siluetas moverse dentro de una de las tumbas. Ese hecho les llamó la atención por lo que se pusieron en contacto con la policía local.

La policía y los administradores del cementerio llegaron al sitio y ahí quedaron sorprendidos al ver a la mujer dentro de la tumba que estaba bien equipada con todas la comodidades que una casa normal puede tener, desde:

  • Luz eléctrica con medidor propio
  • Gas
  • Televisión
  • Estufa
  • Equipo de audio
  • Una computadora

Al ser cuestionada la mujer, ésta aseguró que sentía mucho la falta de su esposo, por lo que todo lo que hizo fue por amor hacia su difunto marido para continuar cerca de él, aunque sea con su cadáver que reposaba en el mausoleo en Argentina.

“Hay que tener miedo a los vivos”: Adriana Villarreal

La mujer vivió dos años en la tumba de su esposo. Foto: Especial

Para sorpresa de todos, Adriana Villarreal aseguró que su estancia en el lugar no causaba ningún tipo de daño ya que reveló que lo hizo durante dos años sin que nadie se diera cuenta, hasta que los vecinos por fin escucharon la música.

La excéntrica viuda declaró que nunca tuvo miedo de irse a vivir a la tumba de su esposo, ya que aseveró que “hay que tener miedo a los vivos”, además de que enfatizó en que cada una de las personas “tiene su cultura y su pensamiento”, dijo para el medio local Radio Libertad.

Adriana contó que durante su estancia en México donde trabajó por mucho tiempo, vio que la cultura mexicana entiende que cuando las personas fallecen, no fallece el alma, sino sólo el cuerpo físico. Su esposo, Sergio Yedé murió aparentemente al suicidarse, aunque aún las circunstancias de su deceso no han sido esclarecidas.

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RMG