RUSIA-UCRANIA

Mexicanos en Rumania: Retorno de connacionales evacuados de Ucrania se complica

Bajo un frío quemante, el avión de la Fuerza Aérea mexicana espera la llegada de connacionales

MUNDO

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LLEGADA. El avión de la Fuerza Aérea Mexicana arribó ayer en la capital rumana, para llevar a cabo la misiónCréditos: Yadín Xolalpa

BUCAREST. Ya hay avión mexicano en esta capital rumana para trasladar a connacionales que así lo deseen a nuestro país. Ya se dio el primer paso de la llamada "operación rescate" que echó a andar el gobierno del presidente López Obrador para esta acción humanitaria ante el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania

Ahora sólo falta el traslado a esta capital de esos mexicanos que quieran regresar a su país natal.

Como toda operación de alcances internacionales, como lo es ésta, el rescate de mexicanos no es cosa fácil. Aquí, en Bucarest, la décima urbe más grande de la Unión Europea, no ha llegado, hasta el momento, alguno de esos paisanos que salieron de sus hogares en Ucrania. La logística está siendo cuidadosamente planeada y, por lo mismo, requiere de paciencia y tiempo. 

La crisis en esta parte de Europa Oriental hace necesario andar con pies de plomo. Es todavía muy apresurado estimar cuántas personas van a abordar el Boeing 737-800 de la Fuerza Aérea Mexicana, con capacidad para 160 pasajeros, que aterrizó en el aeropuerto internacional rumano, tras 21 horas de trayecto desde la Ciudad de México.

Lo que sí es un hecho es que nuestra embajadora en Ucrania, Olga García Guillén, trabaja las 24 horas todavía desde su residencia en Kiev, coordinado con sus homólogos de Rumania, Guillermo Ordorica, y el encargado de asuntos consulares en Polonia, Carlos Tena, para asistir a todos los mexicanos que se quieran trasladar a una zona más segura. 

Se sabe que hay algunos connacionales en la localidad de Siret, una de las ciudades más antiguas de la región, frontera con Ucrania. Y se espera que lleguen más. 

PLAN FLEXIBLE 

De hecho, el plan original para que este miércoles la aeronave mexicana retorne repleto de connacionales puede ser modificado. De ser necesario, se quedará unos días más en Rumania, de acuerdo con funcionarios de la cancillería, consultados al respecto. 

Además, siguen las negociaciones de gobiernos de Latinoamérica con la administración de López Obrador para que ciudadanos de otras naciones de nuestro continente puedan abordar el vuelo y acercarse a su tierra. 

Nada firme aún, aunque la intención es llenar con la mayor cantidad de personas posible ese avión mexicano pilotado por el capitán Iván Espejel Estrada.  

LA GUERRA ESTÁ EN OTRA PARTE 

Hace un frío del carajo. 2 grados centígrados. Una ligera nevada, intermitente, atizada con vientos que literalmente cachetean el rostro, nos recibe en Rumania

El cielo gris, típico de los crudos inviernos europeos, oscurece la tarde desde las 17:30 horas. Uno pensaría que este clima es un heraldo negro de lo que ocurre en esta parte del mundo, en esta Europa oriental históricamente sacudida por golpes de plomo y pólvora.  

Prejuicios que se hace uno. Porque en esta ciudad de 19.4 millones de habitantes la vida sigue normal. Restaurantes llenos de comensales riendo hasta rasparse la garganta. Enamorados tomando café. Rozando sus manos tímidamente unos, los primerizos; los más íntimos acariciando sus manos como si fueran sus propios cuerpos, caricias delatoras de un ánimo despreocupado de las hostilidades. 

También las plazas comerciales son concurridas. Elegantes mujeres caminan con bolsas decoradas. Niñas y niños dando pasos como si fueran malabaristas de cuerdas flojas imaginarias.

En sus conversaciones no está la invasión de Rusia a Ucrania. Están sus familias, sus problemas de trabajo o anécdotas de lo divertidos que se la pasaron el fin de semana. 

Si uno se atiene a sus charlas, las hostilidades están muy lejos, aunque la realidad la colocó a escasos 500 kilómetros de distancia.

CAR