Drayke Hardman, de apenas 12 años, llevaba poco más de un año siendo molestado por un compañero de clases en Utah, Estados Unidos. El pequeño no soportó más ser víctima de bullying en su propia escuela y decidió terminar con su vida el pasado 10 de febrero en su habitación.
La hermana mayor del niño fue quien lo encontró inconciente en su cuarto, por lo que llamó rápido a sus papás. Andrew Hardman, papá del pequeño, no logró revivirlo, a pesar de los esfuerzos por salvarlo. La mamá de Daryke y su hermana de solo 16 años estaban devastadas también, viendo cómo la vida del niño se apagaba luego de ahorcarse con su propia ropa.
"¿Qué haría que un niño de 12 años perdiera tanta esperanza en su corazón que se amarraría la camiseta con capucha alrededor del cuello para quitarse la vida? Una palabra... ACOSO!!!", condenó Andrew en su cuenta de Instagram.
Samie Hardman, la mamá del pequeño, dijo que el día que decidió quitarse la vida no quiso ir a su entrenamiento de basquetbol, argumentando que se sentia cansado, entonces se fue a su habitación. Reprochó a las personas por lanzar palabras hirientes y tener acciones contra los otros que causan dolor; y aseguró que el acoso y la intimidación terminaron por robarle a su hijo.
El desgarrador adiós de sus padres
Dijo que el propósito del niño en este mundo era traer bondad y amor, y que siempre lo cumplió; relató que Drayke siempre se mostró amable y se ofrecía como amigo para que las personas no estuvieran solas. Y agregó que su corazón estaba destrozado por su partida, y que no alcanzaba a imaginar cuando podría arreglarlo, si es que eso era posible.
"Este es el resultado de la intimidación, mi chico guapo estaba peleando una batalla en la que ni yo podía salvarlo. Es real, es silencioso y no hay absolutamente nada que puedas hacer como padre para quitar este profundo dolor", escribió en su cuenta de Instagram con una foto junto al niño.
Tanto Andrew como Samie, difundieron en sus cuentas personales las impactantes fotografías desde el hospital donde confirmaron la muerte de Drayke. En ellas se les aprecia destrozados abrazando el cuerpo del niño y besándolo por última vez. Las imágenes son sumamente conmovedoras y causaron emotivas reacciones en redes sociales.
A raíz del suicidio del pequeño Drayke, sus papás lanzaron en redes sociales la campaña #DoItForDrayke, a fin de hacer un llamado a los padres de familia para que estén pendiente de sus hijos y que les enseñen a ser amables con los demás. Asimismo, pidieron difundir las desgarradoras fotos del último adiós a su hijo, para concientizar sobre el bullying.
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