Valladolid es una ciudad al noroeste de España. Es conocida por albergar sitios religiosos medievales y ahora lo será aún más por la excéntrica noticia de un cadáver momificado que durante cinco años siguió pagando renta. Este es un claro ejemplo de que "las cuentas siguen", pero nuestra vida no. La propiedad ubicada en la calle Bailarín Vicente Escuedro fue testigo de esta desconcertante historia que dejó a más de uno perplejo. El oficinista, de seguir vivo, tendría al día de hoy 64 años, de acuerdo con las estimaciones preliminares de los forenses. Hasta el momento se desconoce la causa de su fallecimiento, pero tenemos los detalles que giran en torno al cobro de su renta y el edificio que habitaba.
Antonio Torralba, el hombre que después de muerto seguía pagando el alquiler
Aquel oficinista que al día de hoy tendría 64 años, fue encontrado por miembros del movimiento okupa. Recordemos que éste es un grupo de índole social radical que promueve la ocupación de las viviendas, locales o terrenos deshabitados. Se instalan de forma temporal o permanente con el fin de utilizarlos como residencias, guaridas, tierras de cultivo, lugar de reunión o como un centro con fines sociales, políticos y culturales. En su búsqueda por este tipo de edificios abandonados, encontraron el lugar donde vivió Antonio Torralba. Esto no solo sorprendió a los vecinos que viven en los departamentos y casas de alrededor, sino que dejó atónita a su casera.
La dueña del edificio aclaró el hombre se había instalado en la casa desde el 2003, o sea que durante 19 años sin falta, pagó cada una de sus rentas. De acuerdo con una de las declaraciones la casera, Antonio tenía "una orden de transferencia permanente en la cuenta del banco". Por ello, cuando llegó la policía para comunicarle del terrorífico hallazgo la reacción principal que tuvo fue de sorpresa. Pues claro, ¿cómo podría haberle depositado mes con mes la renta si el oficinista ya se entraba muerto? Ante esto, la mujer agrego que:
"El teléfono lo tenía activo, aunque saltaba el contestador. No somos de preguntar más si todo está en regla. ¡Pero quién iba a imaginar que llevaba tanto tiempo muerto!”.
Ella también recalcó que su relación era tan estable y "buena" que por ello le había permitido quedarse como único habitante de todo el bloque. Eran seis viviendas las que albergaba aquel edificio más la pequeña casa del patio trasero donde él vivía. El piso en cuestión, cuenta con unos 60 metros cuadrados de construcción, tiene sala-comedor, un dormitorio, cocina y baño. La razón por la que Antonio se encontraba solo en una propiedad de residencias independientes, era porque la última inquilina que se marchó del sitio lo hizo hace poco más de un año. Como solo quedaba el solitario hombre y los dueños temían por su paradero, le dejaron vivir ahí un tiempo más y parar sus planes de remodelación.
"Tengo una vecina que deja el carro de la compra en el interior del inmueble. Eso me ayuda a tener despejado el edificio. Sé que a veces han entrado saltando la tapia del lateral. También intentaron ingresado por la puerta, pero los vecinos, que me conocen todos, les llamaron la atención”, indicó la dueña.
Este es el siguiente paso para la propiedad de Valladolid
Confirmada la muerte del señor Antonio Torralba y arreglada la problemática con las autoridades. los agentes de la Policía Nacional informaron que ya se podía disponer de la vivienda. Por ello le colocaron una gran cantidad de candados además de dar de baja el servicio de luz y agua para que la dueña pueda empezar los trámites de demolición para el viejo inmueble. Debemos recordar que aunque este es un caso impactante, no es la primera vez que pasa que una persona fallece y ningún familiar, amigo o vecino se percata. De acuerdo a un artículo del New York Times en 2015, las personas que mueren solas en sus hogares le ocurre al menos a 50 mil residentes de la ciudad que nunca duerme.
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