¿ÚLTIMO. JUICIO DE LA ERA NAZI?

La "secretaria del mal" permitió que los prisioneros se comieran entre sí en un campo de concentración nazi: ya fue condenada

Fue acusada por la complicidad en el asesinato de más de 10 mil 500 personas un lapso de dos años, su nombre es Irmgard Furchner y actualmente tiene 97 años

MUNDO

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Furchner era una adolescente cuando se cometieron sus presuntos delitos, por ello ha sido juzgada en un tribunal de menores.Créditos: Newsplash y AP

El día de ayer finalmente se llevó a cabo uno de los "últimos juicios" de la era nazi. La mecanógrafa Irmgard Furchner, de 97 años, fue condenada a una pena de prisión suspendida de dos años por la complicidad en el asesinato de más de 10 mil 500 personas. La mujer trabajó durante su adolescencia en el campo de concentración de Stutthof, en la Polonia ocupada por Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. Desde junio de 1943 hasta abril de 1942 fue secretaria para el comandante del lugar. También sabemos que es una de las pocas mujeres que fue juzgada por crímenes nazi en décadas. Aunque la defensa apuntó que ella era solo una trabajadora civil, el juez sí consideró que estaba al tanto de lo que sucedía en el terrorífico sitio. 

El día de ayer se le dictó la sentencia, dos años en prisión por la complicidad de las más de 10 mil 500 muertes en Stutthof, Polonia. FOTO: AP

Este fue el infierno que se vivió en Stutthof

El campo de concentración en Stutthof estaba ubicado cerca de la actual ciudad polaca de Gdansk, y se sabe que las medidas que se utilizaron para terminar con la vida de los prisioneros fueron dolorosas torturas que ahora son consideradas como situaciones inhumanas que llevaron a los prisioneros a cometer canibalismo para poder sobrevivir. Medios locales narran que la sangrienta y trágica escena era un verdadero "espectáculo de tortura" lleno de sadismo. Los encarcelados eran asesinados, principalmente con inyecciones letales y cámaras de gas, pero había guardias que abusaban de su cargo y poder que utilizaban los peores métodos de homicidio para matarlos. Los arrojaban directamente a las cercas eléctricas o les echaban a los perros.

Recordemos que las mencionadas autoridades que cometían, recurrentemente, estos atroces crímenes de guerra, eran parte de una organización paramilitar, policial, política, penitenciaria y de seguridad al servicio de Adolf Hitler y del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, era conocida como "Schutzstaffel" y abreviada como las SS. Los registros apuntan que los hombres y mujeres que conformaban dicha estructura, eran los principales autores de la violencia en los campos de concentración nazi. Aunque eso no justifica que los demás funcionarios que laboraban en el lugar hayan quedado exentos de participación, como fue el caso de Irmgard Furchner. 

El campo de Stutthof se estableció en 1939 y se amplió en 1943 donde lo rodearon con cercas de alambre de púas electrificadas. FOTO: AP

Estos fueron solo algunos de los horribles detalles que se revelaron de las terribles condiciones a las que se expusieron a los prisioneros judíos, polacos no judíos y soldados soviéticos capturados. Sabemos que durante el juicio de la mecanógrafa se presentaron varios sobrevivientes del campo Stutthof, quienes narraron cómo los guardias nazi brutalizaron a las decenas de miles de reclusos que albergaban allí. Uno de los sobrevivientes del Holocausto detalló como los prisioneros, hambrientos por las condiciones inhumanas en las que se encontraban, tuvieron que recurrir al canibalismo para poder sobrevivir. A su vez otro más explicaba que los hombres de las SS, se disfrazaban con uniformes de médicos y les disparaban en el cuello a los presos.

Las confesiones de los sobrevivientes proporcionaban más terror a los asistentes, pues además de los asesinatos a sangre fría, recordaron como los menos afortunados eran obligados a ingresar a las cámaras de gas venenoso con Zyklon B, este fue el nombre comercial de un pesticida a base de cianuro creado en Alemania en 1920. Era imposible no escuchar los gritos de dolor de los presos que sufrían y resonaban en el campo de concentración de Stutthof. Pero la cosa no terminaba ahí, los mismos guardias de las SS también organizaban "espectáculos de tortura" en el lugar. Catalogados como "sádicos", el más sonado fue uno en el que un hijo era obligado a matar a golpes a su padre frente a otros reclusos.

Una de las testigos sobrevivientes detalló como el canibailismo era común entre los encarcelados. Mascaban los cadáveres de los fallecidos y les quitaban el hígado para subsistir. FOTO: AP

Definitivamente todo aquel que sabe la historia de la Segunda Guerra Mundial entenderá que las condiciones en los campos de concentración eran terriblemente brutales. Muchos prisioneros murieron en condiciones horribles debido a las epidemias de tifus. Recordemos que este padecimiento es ocasionado por la bacteria rickettsia que se transmite a través del piojo corporal cuando sus heces ingresan al torrente sanguíneo del ser humano a través de arañazos, mordeduras u otras heridas. Desgraciadamente, de lo que más se podía ver en las prisiones nazis, eran hombres, mujeres y niños ensangrentados por la violencia en la que vivían diariamente.

En el invierno de 1942 y nuevamente en 1944, esta enfermedad arrasó con los encarcelados. De hecho, a quienes se les consideraron demasiado enfermos para trabajar fueron asesinados en las cámaras de gas. En total, se estima que cerca de 65 mil personas murieron en condiciones horrendas dentro del campo de concentración de Stutthof.

De acuerdo con un sobreviviente del Holocausto los guardias de la SS los golpeaban constantemente, todo el tiempo e incluso mientras trabajaban. No sabían si eran instrucciones de arriba o lo hacían en sus descansos. FOTO: AP

El juicio de Irmgard Furchner

La mujer entró a laborar como una de las tantas secretarias del comandante cuando solo era una adolescente. Sin embargo, el día de ayer finalmente fue sentenciada por el tribunal de Itzenhoe, en el norte de Alemania. Luego de la declaración de los sobrevivientes del campo, se dictaminó su sentencia. Cabe aclarar que alguno de estos testigos fallecieron durante el juicio. Este proceso judicial inicio en septiembre del 2021. La adulta mayor de 97 años huyó de la casa de retiro donde vivía. Aunque no tardó mucho en ser hallada por la policía, quien la encontró en una de las calles de la ciudad de Hamburgo. Al principio de la audiencia, la exmecanógrafa afirmó que no tenía conocimiento de que los oficiales de las SS cometían los atroces homicidios.

Incluso, el juez presidente Dominik Gross dijo que estaba "simplemente más allá de toda imaginación". Pero la realidad es que Irmgard Furchner, podía ver desde su oficina el punto de recolección donde los nuevos prisioneros tenían que esperar después de su llegada. Además, el crematorio del campo de concentración estaba en constante uso en otoño de 1944, este humo se extendía por todo el lugar. También se sabe que más encarcelados eran obligados a salir sin ropa durante el invierno, donde murieron por la exposición a las gélidas temperaturas. De igual forma se recalcó que los tremendos gritos de quienes fueron enviados a las cámaras de gas eran completamente perceptibles. Tras 40 días de juicio, finalmente la exsecretaria rompió el silencio y dijo:

"Lamento todo lo que pasó. Lamento haber estado en Stutthof en ese momento, es todo lo que puedo decir"

Durante su juicio, varios sobrevivientes del campo de Stuffhof relataron como los guardias nazis brutalizaron a las decenas de miles de reclusos allí. FOTO: AP

Recordemos que el comandante del campo de concentración Stutthof, Paul-Werner Hoppe, fue encarcelado en 1955 por ser cómplice de asesinato pero liberado cinco años después. También debemos recalcar que desde el 2011, varios juicios han tenido lugar en Alemania, luego de que la condena del exguardia del campo de exterminio nazi John Demjanjuk sentara el precedente de que ser guardia era prueba suficiente para probar complicidad. Por ende, esta acción significó un fallo en contra de la adulta mayor de 97 años. Ahora también podía ser juzgada ya que trabajaba directamente con el militar encargado del lugar.

Ella se ocupaba de la correspondencia relacionada con los detenidos. Se cree que de los 18 a los 21 años fue cuando trabajó en uno de los periodos más sádicos dentro del campo de concentración. De hecho, debido a su edad, el juicio se llevó a cabo en un tribunal especial de menores. Sus abogados defensores argumentaron que debería ser absuelta debido a las dudas sobre lo que realmente sabía, ya que ella era una de varias mecanógrafas en la oficina del comandante Hoppe. Pero el historiador Stefan Hördler, quien jugó un papel importante durante el juicio, dio fe que desde la oficina de Irmgard Furchner, podía ver algunas de las peores condiciones del campamento.

Todos los funcionarios estaban bajo el mando del comandante de Stutthof, Paul-Werner Hoppe, fue encarcelado en 1955 por ser cómplice de asesinato y fue liberado cinco años después. FOTO: AP

El hombre y dos jueces fueron de visita al sitio para corroborar esta información. Asimismo, Stefan Hördler relató en el juicio que 27 transportes con 48 mil personas arribaron a Stutthof entre junio y octubre de 1944, después de que los nazis decidieran ampliar el campo y acelerar los asesinatos en masa con el uso del gas Zyklon B. Por ello describió la oficina de la exsecretaria como el "centro neurálgico" de todo lo que sucedía en el campo de concentración.

Aunque medios locales dijeron que el juicio de Furchner podría ser el último que se lleve a cabo en Alemania por crímenes de la era nazi, la Fiscalía local estima que seguirán otras por complicidad con los crímenes del Tercer Reich, pese a la avanzada edad de los procesados. De acuerdo con el fiscal Thomas Will —responsable del departamento central de Justicia para el esclarecimiento de los crímenes del nazismo— actualmente están en curso cinco procedimientos en distintos distritos del país por complicidad de los asesinatos, de los cuales al menos dos derivarán "pronto" en una acusación formal. 

En el caso específico de Stutthof, hay otros dos crímenes que han llegado al tribunal pero no hay más información o seguimiento de los mismos. También se sabe que el año pasado, un exguardia del campo fue declarado no apto para ser juzgado a pesar de que el tribunal afirmó que había un "alto grado de probabilidad" de que fuera culpable de complicidad. Asimismo, en el 2020 otro guardia de las SS, Bruno Dey, fue condenado a dos años de prisión por su presunta complicidad en el asesinato de más de cinco mil prisioneros.

Aunque se esperaba que este fuese el último caso por resolver  de la era nazi, aún existen crímenes que el país no perdonará y continuará con los juicios. FOTO: AP

El futuro para Irmgard Furchner, de 97 años, es pasar dos años en prisión, pero se sabe de varios casos de crímenes nazis en el que los sentenciados muy rara vez llegan a cumplir su condena debido a su avanzada edad. Por ejemplo:

  • John Demjanjuk fue encarcelado en 2011 durante cinco años por su participación en el asesinato de más de 28 mil judíos en el campo de exterminio de Sobibor. Quedó en libertad pendiente de una apelación y murió al año siguiente a los 91 años.
  • Oskar Gröning, mejor conocido como el "Contador de Auschwitz", fue condenado en 2015 como cómplice del asesinato de 300 mil judíos. Nunca fue a la cárcel y murió en 2018 a los 96 años durante el proceso de apelación.
  • Reinhold Hanning, un exguardia de las SS en Auschwitz, fue condenado por ayudar a cometer un asesinato en masa en junio de 2016, pero murió un año después a los 95 cuando la apelación aún estaba pendiente.
  • Friedrich Karl Berger, otro exguardia del campo de concentración de Neuengamme, fue deportado a Alemania en febrero de 2021 a los 95 años. Los fiscales locales retiraron los cargos en su contra y se desconoce su paradero.
  • Josef S fue encarcelado durante cinco años en junio de 2022 por ayudar en el asesinato de más de 3 mil 500 prisioneros en el campo de concentración de Sachsenhausen. Es la persona de mayor edad en ser condenada, tiene 101 años. Debido a su condición y mala salud es poco probable que pase tiempo en prisión.

 

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