Este lunes un comité de la Cámara de Representantes hizo un llamado al Departamento de Justicia para que se acuse al expresidente Donald Trump por los hechos ocurridos durante el asalto al Capitolio, el cual se suscitó el pasado 6 de enero de 2021 y fue encabezado por los seguidores del exmandatario. El también empresario podría ser procesado por los delitos de obstrucción de un procedimiento oficial del Congreso, conspiración para defraudar a Estados Unidos e insurrección.
Hasta ahora, la petición del comité del Congreso no es vinculante, pero puede presionar a los fiscales del Departamento de Justicia que están investigando a Donald Trump para que presenten acciones contra el expresidente. De acuerdo con los legisladores, el exmandatario incitó a sus seguidores a realizar el asalto y que les brindó "ayuda y consuelo", hechos que presuntamente serían violaciones a las leyes de Estados Unidos. "Ninguno de los hechos del 6 de enero hubiera ocurrido sin él", se lee el resumen del informe oficial.
¿Qué pasó el 6 de enero de 2021 y por qué se acusa a Donald Trump?
El 6 de enero de 2021 senadores estadounidenses se encontraban reunidos en el Capitolio, la sede del Congreso, para certificar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020, donde resultó ganador el actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden. A la par, el exmandatario organizó un mitin llamado "Salvemos a Estados Unidos" cerca de la Casa Blanca.
De acuerdo con las versiones oficiales, Trump instó a sus seguidores a marchar "pacíficamente" al Capitolio, no obstante hizo acusaciones sobre un supuesto fraude electoral masivo e hizo un llamado para que sus simpatizantes "lucharan como en el infierno" para evitar este tipo de practicas.
Luego del discurso una turba de manifestantes irrumpió en el Capitolio, cerca de 2,000 y 2,500 personas marcharon al Congreso. Había miembros de grupos de extrema derecha y muchos portaban armas. Cientos de personas entraron a la fuerza al edificio a través de ventanas y puertas, abrumando a la policía del Capitolio. Aquella tarde, la policía tardó casi cuatro horas en restablecer el orden en el Capitolio.
Por su parte, los políticos que se encontraban dentro del Capitolio fueron arrinconados; entre ellos se encontraba el vicepresidente Mike Pence quien tuvo que ser sacado rápidamente del recinto y los miembros del Congreso se escondieron mientras los manifestantes deambulaban por el edificio, gritando amenazas de muerte y abriéndose camino hasta el Senado.
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