Luego de la victoria de Argentina en contra de Croacia en las semifinales del Mundial de futbol en Qatar, decenas de aficionados en la ciudad de Buenos Aires fueron directo a festejar el pase de la albiceleste a la final en el famoso Obelisco que se levantó en el medio de la avenida 9 de julio.
Al llegar, encontraron un monumento completamente cubierto por vallas de seguridad que impedían el paso, lo que aglomeró a la gente que iba llegando hasta que se hizo un gran tapón, dejando ver una plaza completamente tapizada de aficionados liberando toda esa emoción con gritos, cantos, bailes y un largo etcétera.
El hecho, desde luego, ameritaba la presencia de los medios de comunicación locales, algunos de ellos con cámaras de televisión y transmitiendo completamente en vivo, quienes lograron grabar la acciones que sucedieron a los pocos minutos de la llegada de los hinchas.
Un puñado de granaderos de la Policía de la ciudad salieron hasta la plaza, protegidos con sus escudos, cascos y otras armaduras en el cuerpo, armados, además con gases lacrimógenos que usaron para dispersar a la gente.
En las imágenes se puede ver que mucha gente salió corriendo de la zona para ponerse a salvo, al tiempo que fueron perseguidos por oficiales que después volvieron para hacer un perímetro de seguridad. En la zona se encontraban familias enteras con infantes.
Hasta el momento, las autoridades tanto locales como federales no han expresado una explicación al respecto, dada la violencia ejercida en contra de aficionados que aparentemente solo querían vitorear lo cerca que están de conseguir la ansiada Copa del Mundo.
Medios locales informaron que la presencia de las vallas de seguridad pueden deberse a que en otros festejos de equipos de la liga argentina, algunos negocios resultaron afectados, y muchos otros comerciantes, restaurantes o teatros tuvieron que cerrar sus puertas, dejando fuertes perdidas económicas.
Quien sí se pronunció fue el secretario de los Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti. A través de las redes sociales, se dirigió al jefe de Gobierno de Buenos Aires, Horacio Larreta "que la policía de la ciudad deje de reprimir y provocar a las y los argentinos que fueron en familia a celebrar en el obelisco el triunfo de la selección Argentina".
"Festejar un triunfo deportivo de la selección también es un derecho de todos y todas. Haremos presentaciones judiciales para garantizar el festejo y dar con los responsables de la violencia policial que lleva adelante la policía de la ciudad", informó en su cuenta oficial de Twitter.
A su vez, la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) repudió los ataques de la Policía, y agregaron: "Una vez más, @horaciorlarreta y toda la derecha rancia demuestran ser tan antipueblo que necesitan reprimir cualquier alegría popular".
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