Boko Haram, un grupo yihadista, extremista y terrorista; lleva años aterrorizando a los habitantes de Nigeria, violaciones, secuestros y asesinatos es son una muestra de los horrores que estas personas dejan a su paso. Recientemente se dio a conocer que 20 mujeres fueron asesinadas por integrantes del grupo, tras ser acusadas de brujería, informó AFP.
Todo comenzó cuando los hijos de un comandante del grupo murieron de forma repentina, tras ello acusó a las mujeres de practicar la brujería, según relataron familiares de las víctimas y una sobreviviente. De ahí, alrededor de 40 féminas fueron fueron detenidas y luego retenidas en la aldea de Ahraza, cerca de la ciudad de Gwoza, en el estado de Borno, por orden del líder yihadista Ali Guyile.
De acuerdo a Talkwe Linbe, el líder Guyile dijo que investigaría su implicación en la muerte de sus hijos y de resultar culpables las castigaría adecuadamente. La mujer tuvo que huir hacia Maiduguri, la capital regional.
En su relató, la mujer de 67 años agregó que el jueves (10 de noviembre) el hombre ordenó que fueran asesinadas 14 de las mujeres que estaban retenidas. “Tuve la suerte de no ser una de ellas y mi compañero, que estaba entre los hombres que nos custodiaban, me ayudó a escapar esa misma noche”, narró.
Pero la masacre que la mujer supo no fue la única, pues el sábado, el día que Linbe llegó a Maiduguri, otras 12 mujeres fueron asesinadas, según informaron los residentes del lugar.
Las fuerzas de seguridad nigerianas luchan contra Boko Haram y los yihadistas afiliados al grupo Estado Islámico, cuya insurgencia ha matado a más de 40 mil personas y obligado a desplazar a dos millones desde 2009.
División religiosa
Las acusaciones de brujería son recurrentes en Nigeria, un país dividido entre un norte predominantemente musulmán y un sur predominantemente cristiano. Esta división religiosa ha ocasionado también varias tragedias.
Maryamu Joseph, una adolescente cristiana de Nigeria, narró el calvario que sufrió a manos del grupo yihadista Boko Haram, que la secuestró, esclavizó y torturó durante nueve años hasta el día que pudo escapar, hace algunos meses.
A sus 7 años fue secuestrada junto a su hermanos, uno de ellos fue brutalmente asesinado. Cuando cumplió 10 años intentaron unirla en matrimonio con uno de los jefes del grupo, ante su negativa fue encerrada en una jaula.
Durante los nueve años que permaneció en el bosque de Sambisa, fue testigo de brutales crímenes y de la persecución religiosa que existe en el país.
DMGS
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