Un hombre, de 30 años de edad, que se encontraba preso en Estados Unidos obtuvo un permiso especial para asistir al parto de su pareja, quien estaba embarazada y lista para el nacimiento de su bebé. El delincuente acudió al nosocomio llevando el monitor electrónico en el tobillo, que cargaba desde el momento de su liberación y con el que se controlaba su ubicación. El parto se llevaba a cabo en el Centro Médico Metodista de Dallas, pero la alegría por el recién nacido duró muy poco, debido a que el preso disparó en contra de las personas que se encontraban en la sala de partos.
Aparentemente, el sujeto comenzó a disparar debido a un ataque de celos. Según el testimonio de los presentes, el hombre, llamado Néstor Hernández, acusó a su novia embarazada de serle infiel, por lo que comenzó a golpearla en la sala de partos con la pistola; posteriormente, abrió fuego y mató a dos empleadas del lugar, quienes trataron de detener el abuso en contra de la mujer.
En una rueda de prensa, ofrecida por Eddie García, el jefe de la Policía de Dallas, Hernández llegó al hospital hacia las 10:21 de la mañana. Durante la visita a su pareja, quien ya había tenido el bebé, “sacó una pistola de sus pantalones y golpeó a la mujer en la cabeza, en múltiples ocasiones”. Posteriormente, las autoridades relataron que Jacqueline Pokuaa, una empleada del hospital, entró a la habitación para prestarle los servicios de rutina a la paciente. “Mientras Pokuaa estaba atendiendo a la paciente, el sospechoso se paró, se acercó a la empleada y le disparó una vez”.
Otra empleada del hospital, Katie Flowers, de 63 años, fue asesinada en el lugar de los hechos; aparentemente, la mujer escuchó el ruido desde la habitación y comenzó a caminar hacia allá por el pasillo, cuando Hernández “disparó de nuevo desde la puerta, dándole un tiro a Flowers en el pasillo”.
El criminal logro ser detenido gracias a un agente de policía quien llegó a la escena y le disparó en la pierna para lograr retenerlo y finalmente capturarlo para regresar a la prisión donde estaba recluido.
Testigos de la escena relataron que Hernández presentó un comportamiento extraño durante toda su visita al hospital. "Actuó de forma muy extraña durante todo el tiempo que estuvo allí, preguntando quién más había estado en la habitación, cosas de esa naturaleza. Sinceramente, no sabemos qué le hizo estallar”, dijo una de las personas que se encontraba en la sala de parto.
Finalmente, las autoridades detallaron que Hernández “fue sentenciado a ocho años por robo agravado, y estuvo seis años preso antes de ser liberado bajo libertad condicional en octubre de 2021; además, añadió que en marzo de este año había sido arrestado de nuevo por violación de la libertad condicional. Ahora será acusado de asesinato con la pena capital por la muerte de las dos empleadas del nosocomio donde su pareja daba a luz.
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