La derrota del equipo de Arema FC en contra de Persebaya Surabaya con un puntaje de 3-2 ocasionó que los aficionados irrumpieran en el campo para realizar una estampida, producto de su enojo por el resultado del partido, lo que ocasionó la muerte de al menos 174 personas, confirmaron las autoridades de Indonesia.
En suma, cientos más acabaron heridos en el estadio Kanjuruhan, alrededor de 200 personas. Mientras que en los fallecidos se incluye a un menor de edad.
"Desde el incidente del sábado, han muerto 127 personas, incluidos dos miembros de la policía", confirmó el jefe de Policía de Java Oriental, Nico Afinta.
Los videos grabados en la fatídica noche deportiva revelan cómo los aficionados, vestidos de rojo y azul, ingresan al campo de juego y se enfrentan contra elementos de seguridad de Indonesia, quienes contestaron con gas lacrimógeno.
Cabe resaltar que no es la primera vez que el país asiático atraviesa por una crisis de esta índole relacionada con el deporte; sin embargo, los resultados de lesionados y fallecidos nunca habían llegado a ser tan trágicos.
Los lesionados se encuentran recibiendo tratamiento en distintos hospitales de la región. Nico Afinta informó que la mayor parte de las muertes se produjeron durante la estampida, cuando un cúmulo de gente intentó huir de los hechos violentos, lo que ocasionó que decenas de ellos se asfixiaran.
"Era un espacio lleno de gente, que provocó dificultad para respirar, falta de oxígeno, que el equipo médico y el equipo conjunto intentaron facilitar en el estadio", indicó.
FOTO: Especial
El presidente indonesio, Joko Widodo expresó sus condolencias y anunció su solicitud en relación a "una evaluación exhaustiva de la ejecución de los partidos de fútbol", así como de los procedimientos de seguridad y una investigación a fin de esclarecer los hechos.
Alrededor de 3,000 hinchas del equipo Arema FC irrumpieron en la cancha con el fin de violentar a los jugadores, quienes junto con los árbitros intentaron huir del lugar, lo que derivó en los enfrentamientos con los efectivos policiales.
La entidad Amnistía Internacional reprobó el uso del gas lacrimógeno, por lo que urgió a las autoridades a realizar una "rápida, exhaustiva e independiente sobre el uso de gases lacrimógenos en el estadio".
"El gas lacrimógeno solo debe usarse para dispersar multitudes cuando se ha producido una violencia generalizada y cuando otros métodos han fallado. Se debe advertir a la gente que se usará gas lacrimógeno y permitir que se disperse", señaló el director ejecutivo de Amnistía Internacional Indonesia, Usman Hamid.
Paso a paso de los enfrentamientos
Tan sólo trascurrieron pocos minutos después de la derrota de Arema FC cuando fanáticos optaron por abordar al equipo contrario y causar disturbios, con el fin de manifestar su inconformidad por los resultados del conjunto futbolístico durante el clásico de East Jarva, lo que derivó en infortunios a gran escala, marcando para siempre al 1 de octubre como un capítulo desastroso para la historia del futbol indonesio y del mundo.
La narrativa del deporte se vio permanentemente manchada con los sucesos que cobraron la vida de más de 100 personas, incluyendo dos policías, lo que conmocionó a los medios a nivel internacional.
En los videos viralizados, los cuales han generado indignación entre los internautas dada la brutalidad de los hechos, se puede observar como una conglomeración de fanáticos se amotina en el césped del estadio Kanjuruhan, quienes cuentan con una dirección concreta, hasta que los efectivos de seguridad arriban a la escena y comienzan a dispersar a diestra y siniestra a los presentes, lo que desencadena que la ola de gente revierta su trayectoria y regrese de vuelta a las gradas.
Sin embargo, los elementos, quienes aparentemente cuentan con equipo antidisturbios, no se van con las manos vacías, ya que se logra apreciar como alcanzan a numerosos corredores con sus porras y logran propinarles varios golpes, algunos incluso hasta caer rendidos al suelo, momento en el cual los castigos no cesaron por parte de los policías. De igual forma se pudo observar como un policía saltó para atestarle una patada en el aire a un fanático, quien cayó bruscamente en el suelo.
Ante la incontrolable multitud, el equipo de seguridad decidió lanzar gases lacrimógenos, suceso el cual ha sido reprobado entre organismos internacionales. El gas se amplió entre la audiencia, hasta alcanzar los puntos más altos del estadio, por lo que pronto numerosos asistentes empezaron a saltar las bardas de seguridad para alejarse del lugar.
Pero el caos no se limitó dentro del estadio, dado que también reportaron disturbios en las inmediaciones del inmueble deportivo, donde hubieron incendios y enfrentamientos, por lo que los asistentes no se libraron de la catastrófica velada al salir del evento.
Las autoridades indonesias confirmaron que el mayor número de decesos ocurrieron durante la estampida, cuando decenas de personas se asfixiaron durante la repentina movilización de la gran cantidad de gente.
Luto dentro del estadio
Cuando culminaron los trágicos enfrentamientos, llegó el luto generalizado por parte de las familias, quienes conglomeraron a los cuerpos en una de las entradas de las instalaciones para identificar a las víctimas.
Grupos de personas cargaron juntos a los fallecidos y lesionados entre sus brazos, mientras se alejaban del lugar revelando la cruenta realidad del suceso que tan solo momentos previos se había tejido por el hacinamiento del complejo, así como la repentina reacción fruto de la derrota del Arema FC.
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