Un momento de diversión se convirtió en una auténtica pesadilla para un niño de 10 años, quien vivió uno episodio de verdadero terror cuando al estar jugando en el patio trasero de sus abuelos, un enorme oso negro -de más de 100 kilogramos- salió del espeso bosque y se abalanzó sobre él atacándolo y tratando de arrastrarlo hacia su hogar. Los hechos ocurrieron la mañana del domingo 16 de octubre en el condado de Morris, en Connecticut, Estados Unidos, según informó Fox 9.
Debido al ataque, el Departamento de Energía y Protección Ambiental del estado, arribó al hogar de los abuelitos para atender la situación, junto a policías del estado le dispararon al animal abatiéndolo en el acto. Mientras que el niño fue llevado a un hospital con lesiones que no ponen en peligro su vida.
James Butler, abuelo del niño, contó al diario Republican-American de Waterbury, que su nieto se encontraba jugando en un trampolín cuando el enorme oso negro salió del bosque contiguo a su casa, de pronto escuchó al pequeño gritar.
“Lo escuché gritar: ¡Un oso! De inmediato salí y vi al oso con la pierna de mi nieto en los dientes, tratando de llevárselo!, narró el hombre.
El abuelo usa una silla de ruedas, pero eso no le impidió lanzarse al rescate de su nieto, con ella se abalanzó sobre el plantígrado, además le pegó con una barra de metal en la cabeza. Por un momento pensó que había logrado su cometido, pues el oso soltó al menor, pero volvió a atacarlo e incluso trató de ponerlo boca arriba. Alertado por los gritos del niño un vecino salió a ayudar, corrió hacia el animal blandiendo una barra de metal y gritando para ahuyentarlo. Abuelo y nieto lograron ponerse a salvo dentro de su casa, sin embargo, el oso volvió, subió por la rampa para silla de ruedas y los miró desde una puerta mosquitera, algo que los aterró.
"Creíamos que iba a atravesar la reja, no cabe duda que era una enorme amenaza", dijo Butler.
Butler y su esposa Christina Anderson, quien estaba dentro del hogar durante el ataque, informaron que el niño sufrió perforación en un muslo, mordidas en un pie y tobillo y rasguños en la espalda.
Ataques de oso en Estados Unidos
La bióloga Jenny Dixon explicó que el riesgo de interacciones negativas entre osos y humanos está aumentando a medida que la creciente población de osos de Connecticut se aclimata a las personas y desarrolla un gusto por su comida.
De acuerdo a The Alaska Life, cada año mueren entre 2 y 5 personas por ataque de osos en América del Norte. Los osos pardos son los más mortíferos, mientras que los negros son responsables de la muerte de 61 personas desde 1900.
En tanto, las estadísticas de ataques de osos polares están en aumento debido a la disminución de los hábitats que obligan a los animales a entrar en áreas pobladas por humanos. Desde 2000, el 88% de los ataques ocurrieron entre julio y diciembre, cuando el nivel del mar estaba en su punto más bajo.
DMGS
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