Se estima que aproximadamente un millón de familias están buscando adoptar actualmente en Estados Unidos y la mayoría de ellas prefieren bebés y en agencias privadas, pero con un costo que triplica el promedio.
Como el número de bebés en el sistema público de adopción no alcanza a satisfacer la demanda, muchos estadounidenses pagan decenas de miles de dólares para cumplir su sueño de ser papás. En muchos casos, las transacciones ocurren a través de agencias privadas.
"La adopción privada se da cuando una persona embarazada que no puede o no quiere ser madre de su hijo toma la decisión de trabajar con una agencia o un tercero para poner a la criatura en otra familia, pero de manera voluntaria", explicó a la BBC Maureen Flatley, experta en supervisión y reforma en el sistema de adopciones y bienestar familiar.
Y, a diferencia de lo que pasa en el sistema público, en el que hay agencias federales que supervisan los procesos, Flatley dijo que el sector privado sufre de una falta de regulaciones.
"Si fueras a comprar un auto tendrías más información sobre tus derechos legales y sobre cuánto cuesta, que cuando quieres traer un nuevo ser humano a tu familia", explicó la experta.
Flatley dijo que lo que existe en el país es un "panorama preocupante en el que a los padres se les presiona para que entreguen a sus hijos. "Vemos muchas veces que todo termina siendo una decisión económica".
Mary y su esposo John (nombres ficticios) viven en Ohio. Adoptaron a su hija en 2013, a través de una empresa privada y dicen querer volverlo a hacer.
Pero, a pesar de sentirse complacidos con el servicio de la agencia que les ayudó, esta vez lo harán de una forma distinta.
Particularmente porque los costos totales de su primera adopción alcanzaron los 70 mil dólares, cuando el promedio nacional para un proceso de estos es de 25 mil dólares.
"Es un poco alto, así que pusimos nuestro perfil en línea. Teníamos una cuenta de Instagram. También hemos probado un par de agencias de publicidad en línea. Este es el punto en el que estamos, y todo empezó hace un poco más de un año".
Grupos en redes sociales como Facebook e Instagram se han convertido en una nueva opción para que las personas interesadas en adoptar o dar en adopción puedan conectarse. A veces, esos acuerdos se hacen directamente.
Pero la falta de regulación se extiende, incluso en mayor medida, al espacio virtual.
"De hecho, recibimos una gran cantidad de correos electrónicos de adultos de distintos países del mundo, preguntando si los podemos adoptar", puntualizó Mary.
CAR