El poblado de Del Río al sur de la frontera estadunidense, cuenta con una población cercana a los 36 mil habitantes, sin embargo, en las últimas semanas se ha convertido en uno de los epicentros de la movilidad de miles de migrantes que han llegado a esta parte de la frontera norte de México con el fin de conseguir su proceso de custodia para ingresar a los Estados Unidos.
La mayoría de migrantes están varados debajo del puente internacional que conecta a Ciudad Acuña, Coahuila en México con Del Río en los Estados Unidos, ese espacio funciona actualmente como albergue temporal por la patrulla fronteriza mientras los migrantes haitianos logran llevar a cabo su proceso legal para poder ingresar y conseguir el sueño americano.
Los migrantes duermen bajo el puente en condiciones lamentables, tras haber cruzado por las aguas heladas del río Bravo, a la espera de que las autoridades estadunidenses procesen sus solicitudes de asilo.
El campamento improvisado cuenta con pocos servicios básicos, motivo por el que varios de los migrantes cruzan a México para abastecerse de suministros por las temperaturas extremas que se sienten durante el día.
Los migrantes son en su mayoría haitianos, sin embargo, hay también migrantes venezolanos, cubanos, nicaragüenses y desde luego mexicanos, quienes tienen un futuro incierto debajo del puente, a la espera de la anuencia de las autoridades estadunidenses.
Más de 10 mil migrantes pernoctan debajo del puente
De acuerdo con el cálculo de las autoridades estadunidenses, en la región hay cerca de 10 mil migrantes, una gran mayoría la componen ciudadanos haitianos que llevan varios años moviéndose por el continente después de la tragedia suscitada en su país por el terremoto de 2010.
La Patrulla Fronteriza indicó que espera enviar a más agentes a ese campamento, que pasó de tener unos cientos de inmigrantes hace unos días, a una multitud que se arremolina durante el día. El alcalde de Del Río advirtió que si los agentes se concentran en este punto, el resto del sector, de unos 400 kilómetros quedaría sin resguardo o con poca vigilancia.
Por su parte, el gobernador de Texas, Greg Abbott, informó que ordenó al Departamento de Seguridad Pública y a la Guardia Nacional de ese estado cerrar seis puntos de entrada a lo largo de la frontera con México en respuesta a la que describió como una crisis migratoria grave.
Dicha crisis de acuerdo con su percepción es obra del actual presidente Joe Biden, quien ha abandonado la estrategia de seguridad en la línea divisoria y ha permitido el cruce ilegal de los migrantes, lo que ha generado problemas de hacinamiento como el que se está viviendo actualmente, además de dar ‘manga ancha’ a los cárteles del narcotráfico en la zona fronteriza.
Ta solo el mes pasado (agosto) las autoridades estadounidenses arrestaron a más de 195 mil migrantes en la frontera con México, de acuerdo con datos del gobierno publicados el pasado miércoles.
Mientras que en julio el número de personas detenidas en la frontera superó los 200 mil por primera vez en 21 años, según muestran las cifras de las autoridades migratorias.