Los problemas entre Sandra y su pareja los llevaron a pensar en separarse; ella dudó en muchas ocasiones en dejarlo, porque la violencia nunca la ejercía directamente en contra de ella. Comenzó a tirarle algunas cosas de valor, por golpear a su mascota, hasta que un día en un pleito dañó a su hija.
“No sé en qué momento permití gritos y golpes. Su irá la comenzó a descargar en mi hija. Hasta que un día le aventó el celular y con el impacto, ella, de seis años, perdió el ojo”, dijo Sandra.
Los agresores buscan, a toda costa, lastimarlas en lo que más les duele: los hijos. Pero cuando no los hay, los victimarios se desquitan también con familiares, el trabajo o, incluso, mascotas y objetos, a esto se le llama Violencia Vicaria.
La Asociación para las Naciones Unidas de España la considera como la expresión más cruel de la violencia de género. El término fue acuñado en 2012 por la forense y psicóloga clínica Sonia Vaccaro, quien describió que este tipo de agresión para causar dolor a una tercera persona que es quien sufrirá una pérdida irreparable.
¿CÓMO LA IDENTIFICO?
A decir de Vaccaro, tras un divorcio o separación, los agresores saben que aún tienen derechos sobre los hijos y los convierten en un objeto para continuar las amenazas. Recientemente, un caso conmocionó a España. Olivia, de 6 años, y Anna, de un año, fueron sustraídas por su padre, Tomás, el 27 de abril, en Tenerife. Supuestamente las llevaría a cenar, pero nunca las devolvió a su madre Beatriz.
Días después (el 10 de junio) apareció el cuerpo de Olivia en el mar; a la fecha los restos de Anna no han sido localizados. Las autoridades afirman que Tomás asesinó a sus hijas. Un informe policiaco señaló que su objetivo era “provocar a su expareja el mayor dolor que pudo imaginar, al colocarla de forma deliberada en la incertidumbre acerca de la suerte que habían sufrido”.
En una carta, la mamá de las pequeñas, dijo: “Tomás quería que sufriera buscándolas sin descanso y de por vida”, afirmó.
En abril pasado, activistas solicitaron al Senado español reformas a la Ley de Enjuiciamiento Civil y los Códigos Penal y Civil para mejorar la protección por violencia de género.
EN PLENA LUCHA
En México, bajo el lema “el maltratador nos da donde más nos duele”, 59 colectivas feministas y 76 víctimas se unieron para exigir que el término de violencia vicaria se incluya en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
En nuestro país, los datos más recientes sobre agresiones en el seno familiar son de 2016. La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), indicó que 43.9 por ciento de las mujeres sufrieron violencia por su pareja.
EN ALERTA
- Cuando se habla de separación, el hombre es más agresivo y comienza con amenazas.
- Es empleada como una forma de control y coacción sobre la mujer.
- Los padres retiran el apoyo económico para sus hijos.
- Se prohíbe visitar o convivir con amigos, padres o familiares.
- Cuando te avergüenza frente a tus jefes o te hace perder el trabajo.
- No te permite crecer o superarte en el ámbito profesional.
- Se niega la atención médica, te indica que tú no la necesitas.
- Al momento de que un padre violento rompe los juguetes de sus hijos delante de ella.
“Espero que las leyes se pongan más duras protegiendo a los niños, ellos no tienen porqué cargar con esa mochila, y si el amor se acaba, lo más importante es el bienestar de los hijos”. Beatriz Zimmermann / víctima
“El maltratador sabe que dañar o asesinar a los hijos, se asegura de que la mujer no se recuperare jamás. Es el daño extremo”.
Sonia Vaccaro, Psicóloga clínica y forense
- 41 niños han sido asesinados en España por “venganza”, desde 2013.
- 4 menores mueren a diario en México por la violencia: Save the Children.
- 3 de 4 niños son agredidos en su casa en el contexto de la pandemia.
¿QUÉ ES?
Se trata de la violencia que el agresor ejerce a través de terceras personas —principalmente los hijos—, incluso mascotas o cosas para dañar “donde más le duele” a la mujer.
Por Alejandra Martínez
PAL