La salida a contrarreloj de Afganistán, por parte de las potencias occidentales, abrió la puerta a la posibilidad de que terroristas se cuelen en sus vuelos.
Francia confirmó que cinco afganos, de los mil que llegaron a París procedentes de Kabul, fueron puestos bajo vigilancia por sus vínculos con los extremistas, en el marco de su ley antiterrorista, uno de ellos fue detenido al reconocer que pertenecía a los talibanes, aseguró el ministro del Interior francés, Gérard Darmanin.
Francia dijo que Ahmat M. fue condenado a 10 meses de prisión (exento de cumplimiento) por violar las medidas de control, aunque aún no está claro a qué grado estaba involucrado con los extremistas.
En España, el partido de ultraderecha Vox pidió aplicar rigurosamente la ley de extranjería, ante el temor de que se "produzcan infiltraciones de terroristas", dijo el diputado Ignacio Gil Lázaro.
"No queremos que vengan milicianos que se hacen pasar por refugiados. No queremos reincidencia alguna de lo que pasó en los años 1990 y a principios de 2000", indicó el presidente ruso, Vladimir Putin.
Mientras, EU investiga una o dos veces a los afganos que sacan del país. Los vuelos que salen de Kabul hacen escala en Qatar o Kuwait con el objetivo de procesar con más calma a los pasajeros.
dza