En el aeropuerto de Kabul quienes esperaban abordar un avión de pronto se convirtieron en una suerte de enfermeros que llevaban a heridos aturdidos con el cuerpo y ropas cubiertos de sangre tras una súbita explosión.
Un par de yihadistas suicidas del Estado Islámico-Khorasan (EI-K) y otros hombres armados atacaron al mar de gente que acudían a la terminal aérea para escapar del régimen talibán. Uno de los yihadistas logró llegar donde había una reunión de traductores y colaboradores del Ejército estadounidense en las inmediaciones del aeropuerto internacional de Afganistán.
En ese momento, el suicida del EI-K detonó su cinturón explosivo matando al instante a unas 60 personas e hiriendo a otras 100 entre ellos combatientes talibanes, según información del movimiento talibán.
Al momento el número de muertos asciende al menos a casi 100, de ellos 13 eran militares estadounidenses y el resto afganos, según autoridades locales como resultado de dos explosiones registradas.
¿Por qué los terroristas se hacen explotar durante los ataques?
Un ataque suicida es cuando el agresor acepta su propia muerte como resultado para dañar o destruir a su objetivo. El ataque de los yihadistas del EI-K en el aeropuerto de Kabul es considerado como terrorismo, que de acuerdo con la RAE, “es una sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror y una actuar criminal de bandas organizadas, que, reiteradamente y por lo común de modo indiscriminado, pretende crear alarma social con fines políticos”.
Sin embargo, a diferencia del terrorismo convencional cuya meta es política o social y no espera una recompensa individual, el terrorismo suicida mata al enemigo no por un acto político, sino como un acto sagrado por una recompensa individual ya sea para la familia o para él mismo al ser considerado como un mártir, de acuerdo con un artículo del investigador dominicano Freddy A. Paniagua del Centro Médico de la Universidad de Texas en Galveston.
El cinturón con explosivos es el método de ataque más común empleado por el terrorismo islamita. De acuerdo con Osama Bin Laden, exlíder de la organización extremista Al-Qaeda, citado en el mismo artículo, el terrorismo suicida es un deber religioso ya que el mundo está tan corrupto que la única forma de salvarlo es mediante su destrucción o el establecimiento de un gobierno o estado basado en la religión Islámica.
De modo que el suicidio es considerado como un martirio ideológico que es permitido por las leyes Islámicas (shari'a), y los suicidas terroristas no son clasificados como "suicidas", sino como “shahe es” o “shahida”.
El uso de explosivos es fundamental para causar el mayor daño posible que además representa un ataque menos costoso y más fácil cuando se lleva a cabo desde el terrorismo suicida de las organizaciones extremistas.
RMG