El Papa Francisco volvió a rezar el Ángelus desde el Palacio Apostólico en el Vaticano donde a través del Evangelio de San Marcos que habla del descanso que deben tener sus Apóstoles, a pesar de que se encuentran felices por la predicación, Jesús se preocupa por su cansancio tanto físico como interior para hacerles ver que pueden acercarse al peligro del “frenesí de las cosas, caer en la trampa del activismo, donde lo más importante son los resultados que obtenemos y sentirnos protagonistas absolutos”.
Francisco advierte que por correr, las personas descuidan a Cristo haciendo la invitación a descansar de verdad, no sólo físicamente sino también del corazón.
“No se trata sólo de descanso físico, sino también de descanso del corazón. Porque no basta 'desconectar', es necesario descansar de verdad. Y para hacerlo, es preciso regresar al corazón de las cosas: detenerse, estar en silencio, rezar, para no pasar de las prisas del trabajo a las de las vacaciones”, expresó.
Invita a apagar el celular
“Cuidémonos, hermanos y hermanas, de la eficacia, detengamos la carrera frenética que dicta nuestras agendas. Aprendemos a parar, a apagar el teléfono móvil, a contemplar la naturaleza, a regenerarnos en diálogo con Dios”, dijo el Santo Padre.
Después del rezo mariano, el Papa Francisco dedicó unas palabras para el pueblo cubano, donde había una comunidad reunida hoy con banderas e imágenes del Virgen de la Caridad del Cobre.
“También estoy cerca del querido pueblo cubano en estos tiempos difíciles, especialmente de las familias que más sufren por ellos. Ruego al Señor que le ayude a construir una sociedad cada vez más justa y fraterna en la paz, el diálogo y la solidaridad. Insto a todos los cubanos a que se confíen a la protección materna de la Virgen María de la Caridad del Cobre. Ella los acompañará en este viaje”, finalizó el Obispo de Roma.
Por Pablo Esparza