Una investigación del Senado sobre la insurrección del 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos descubrió grandes errores del gobierno, el Ejército y las fuerzas de seguridad antes del violento ataque, como fallos de transmisión de varias agencias de inteligencia y falta de preparación y formación de los agentes de la Policía, que se vieron rápidamente superados por los insurrectos.
El reporte publicado ayer es el primer –y podría ser el último– análisis bipartidista sobre cómo cientos de seguidores del expresidente
Trump pudieron ese día abrirse paso con violencia, a través de los perímetros de seguridad e irrumpir en el Capitolio, frenando la certificación de la victoria electoral del actual presidente, Joe Biden.
El documento incluye nuevos detalles sobre los policías en primera línea, que sufrieron quemaduras químicas, lesiones cerebrales y fracturas de huesos.
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AP
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