Brasil superó ayer la barrera de los 500 mil decesos por COVID-19, en momentos en los que el gigante sudamericano se encamina a una tercera ola de la enfermedad, informó el gobierno.
De acuerdo con el último balance del Ministerio de Salud, Brasil acumula 500 mil 800 fallecimientos por la enfermedad y 17 millones 883 mil 750 casos desde febrero de 2020.
El país registró dos mil 301 muertes y 82 mil 288 nuevas infecciones del virus en las últimas 24 horas, aunque las autoridades han reiterado que los números suelen ser más bajos los fines de semana debido a la falta de personal para procesar las cifras.
Los datos confirman a Brasil, con sus 210 millones de habitantes, como el segundo país con más muertes por COVID-19 en el mundo después de Estados Unidos.
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La curva epidemiológica ha vuelto a acelerarse en las últimas semanas y numerosos expertos coinciden en que el país está a las puertas de una tercera ola de la pandemia, tras el repunte en el número de casos y fallecimientos.
Pese a la aún crítica situación, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, insiste en su posición negacionista y asegura que contraer el virus es "más eficaz que la vacuna".
LANZAN RECLAMO
Decenas de miles de personas salieron ayer a las calles de varias capitales brasileñas para protestar contra el ultraderechista Bolsonaro por su gestión de la pandemia.
Más de 20 capitales estatales fueron escenario de protestas, entre ellas Rio de Janeiro, Brasilia, Recife y Sao Paulo, en donde, a pesar del frío, una marea humana inundó unas diez cuadras de la avenida Paulista, marco de la capital económica de Brasil.
"Fuera Bolsonaro", "Fuera genocida", "Gobierno del hambre y el desempleo", "Vacuna ya" y "Vacuna en el brazo y comida en el plato" fueron las consignas.
La lentitud de la vacunación en Brasil, donde sólo 11.5% de la población de 212 millones de personas ha sido inmunizada, también fue un motivo de movilización.
EFE y AFP
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