PAPA FRANCISCO

Papa Francisco: “Jesús está rezando por mí, está rezando ahora ante el Padre”

El Papa Francisco enfatizó que la paciencia de Jesús nunca se agota,  su oración es más intensa a pesar de los pecados que se puedan tener

MUNDO

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El Papa Francisco saludando a los fieles creyentes.Foto: Pablo Esparza/VaticanoCréditos: Foto: Pablo Esparza/Vaticano

Durante la Audiencia General de este miércoles, el Papa Francisco continuó con su ciclo de catequesis basada en la oración, poniendo de ejemplo a Jesús como modelo de ésta en la que Él reza por cada persona.

“Jesús está rezando por mí, está rezando ahora ante el Padre y le está mostrando las heridas que lleva consigo, para hacer ver al Padre el precio de nuestra salvación. Es el amor que nutre por nosotros” afirmó el Obispo de Roma.

El Santo Padre explicó que Jesús eligió a sus discípulos en una noche de oración  cuando fue al monte, y a pesar de los errores que cometerían los futuros apóstoles, Jesús siempre oró por ellos, “Continuamente reaparece en la vida de Jesús la oración en favor de sus amigos. A veces los apóstoles se convierten en motivo de preocupación, pero Jesús, así como los recibió del Padre, así los lleva en su corazón, incluso en sus errores, incluso en sus caídas. En todo ello descubrimos cómo Jesús fue maestro y amigo, siempre dispuesto a esperar pacientemente la conversión del discípulo.” 

El Papa Francisco enfatizó que la paciencia de Jesús nunca se agota,  su oración es más intensa a pesar de los pecados que se puedan tener.

“Es impresionante saber que, en el momento del desfallecimiento, el amor de Jesús no cesa. “Pero Padre, si estoy en pecado mortal, ¿el amor de Jesús sigue ahí? – Sí - ¿Y Jesús sigue rezando por mí? - Sí - Pero si he hecho cosas feas y cometido muchos pecados... ¿Jesús sigue amándome? – Sí”. El amor de Jesús, la oración de Jesús por cada uno de nosotros, no cesa, no se detiene, al contrario, se hace más intensa y nosotros estamos en el centro de su oración”.

Francisco en su saludo a los fieles de lengua española, pidió por tener “un corazón orante, lleno de confianza y audacia filial, así también como la gracia de permanecer siempre unidos a Él”.

Por Pablo Esparza/Vaticano

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