La mayor parte de los restos del cohete chino Larga Marcha 5B se desintegró ayer al entrar en la atmósfera y los desechos cayeron en el océano Índico, poniendo fin a especulaciones sobre si su regreso a la Tierra podría causar daños.
La Oficina de Ingeniería Espacial Tripulada de China informó que los restos o "escombros" reentraron en la atmósfera terrestre a las 10:24, hora china.
Las coordenadas quedan entorno a las islas Maldivas en el océano Índico, al sur de India, apuntó la prensa. El organismo señaló que la mayor parte de los restos se desintegraron al colisionar con la atmósfera terrestre.
El tamaño del objeto, con una masa estimada de entre 17 y 21 toneladas y un tamaño de unos 30 metros, y la velocidad a la que avanzaba –unos 28 mil kilómetros por hora– motivó la activación de varios servicios de vigilancia espacial.
Con información de EFE y AFP