Siguen en aumento las muertes por Covid-19. Tan sólo en Estados Unidos, la enfermedad ha cobrado la vida de más de medio millón de personas, entre ellos, muchos padres de familia. En consecuencia, se determinó que los huérfanos que ha dejado la pandemia en el país son muchos más que los que dejó el atentado del 11 de septiembre de 2001.
En datos más precisos, el virus SARS-CoV-2 ha provocado el deceso de 555.735 personas en EU, según información de la Universidad John Hopkins. Sin embargo, hay una cifra de la que poco se habla: el número de niños que han perdido a uno de sus padres o, incluso, a ambos.
Según estimaciones de una investigación de la Universidad de Stony Brook, publicada en la revista JAMA de pediatría, entre 37 mil 300 y 43 mil niños, de los 0 a los 17 años, han tenido que enfrentar la muerte de al menos uno de sus tutores, lo que ha sido un fuerte impacto para su salud emocional. Los más perjudicados son los adolescentes, quienes conforman 3/4 partes de la cifra. El estudio, dirigido por Rachel Kidman, indica que:
"los niños que pierden a uno de sus padres corren un riesgo elevado de sufrir un duelo traumático, depresión, malos resultados educativos, muerte involuntaria y suicidio, lo que puede persistir hasta la edad adulta" se declara.
Aunado a eso, el confinamiento impuesto para evitar contagios complica aún más la situación, pues dificultan el acceso a la ayuda por parte de familiares o bien, por profesionales de la salud.
Los propios autores comparan esta crisis con los atentados terroristas que acabaron con las Torres Gemelas hace 10 años, donde 3 mil infantes perdieron, al menos, a uno de sus padres.
Con esta información, se define que la pandemia, en un año, ha dejado, entre 18% y 20% más orfandad que lo habitual.
Además, el estudio indica que los afroamericanos son la población infantil más afectada por las muertes por coronavirus, pues el 20% ha perdido a uno de sus familiares directos.
Por ende, los responsables de la investigación hacen un llamado a las autoridades para desplegar estrategias para combatir los daños que la pandemia de Covid-19 ha provocado a los menores de edad.
DFC